La fiebre de los clubes brasileños por tener técnicos portugueses

El colosal éxito de Jorge Jesus en el Flamengo, donde, en un año, ganó cinco títulos, incluida la Copa Libertadores 2019, abrió el camino para los técnicos portugueses en Brasil.

Le cogió el relevo su compatriota Abel Ferreira en el Palmeiras, con dos títulos continentales consecutivos (2000 y 2001). Y, a partir de aquí, como si fuera una fórmula de alquimista, todos los clubes brasileños se lanzaron a por su entrenador luso, creyendo, de forma casi esotérica, que sería sinónimo de éxito asegurado.

La moda ha cuajado. Ya son cuatro históricos que afrontan los grandes retos del 2022 con técnicos lusitanos: Abel Ferreira, más empoderado que nunca en el Palmeiras; Paulo Sousa que llegó al Flamengo para curar las saudades que dejó Jorge Jesus; Vitor Pereira, que substituyó al criticadísimo Sylvinho en un Corinthians que quiere volver a luchar por los títulos; y Luis Castro en el renacido Botafogo, con músculo financiero ya que ahora es una Sociedad Anónima Deportiva.

Y podrían haber sido muchos más. El Atlético Mineiro, vigente campeón de Liga, Copa y Supercopa y que se postula a ganarlo todo, quiso suplir la deserción de Cuca con Jorge Jesus, después fue a por Carlos Carvalhal (Braga), y al final, como premio de consolación, incorporó el argentino El Turco Mohamed, con mucho prestigio en el fútbol mexicano.

El Santos, antes de contratar al argentino Fabián Bustos (Barcelona, de Guayaquil), sondeo en febrero a Ricardo Soares (Gil Vicente) y a Renato Paiva (Independiente del Valle, en Ecuador).

Se han vivido situaciones surrealistas como una guerra abierta, con titulares grandilocuentes, entre el Corinthians y el Botafogo por hacerse con Luis Castro, a quien con todo el respeto nadie conocía en Brasil meses atrás y que entrenaba en una liga tan menor como la de Catar.

Y tras el pulso vencido por el club de la Estrella Solitaria, el Timao se fue a por Vitor Pereira, que ha sido recibido como un mesías, antes también había contactado con Paulo Fonseca.

EL SHOW DEL FLAMENGO EN PORTUGAL

El Flamengo montó un auténtico casting en diciembre para encontrar a su nuevo técnico. El vicepresidente de fútbol, Marcos Braz, y el director ejecutivo, Bruno Spindel, se instalaron en Portugal. El único requerimiento que tenía que tener el nuevo contratado era… nacionalidad portuguesa.

Se negoció con Jorge Jesus (que dudó ya que aún no había sido despedido del Benfica), André

, Rui Vitoria, Vitor Pereira, Carlos Carvalhal, Paulo Fonseca…No importaba su experiencia, su estilo y concepción del juego, si era netamente ofensivo o un mourinhista de fútbol reactivo como Abel Ferreira. Hasta la prensa lusa, que obviamente celebra los éxitos de sus compatriotas, llegó a mostrar su perplejidad.

En esta oleada portuguesa, lógicamente ha habido técnicos que se han estrellado, o han sido triturados a velocidad récord como se hace habitualmente en Brasil: es el caso de Ricardo Sá Pinto, que solo estuvo dos meses en el Vasco da Gama en 2020, o el veterano Josualdo Ferreira, que dirigió 15 partidos del Santos en 2021. Antonio Oliveira presentó la dimisión en el Ath. Paranense en octubre… y poco después el Furaco ganó sus segunda Copa Sudamericana de su historia.