Historia SPORT

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Los ‘Estaduales’: ¿tradición o anacronismo?

Los torneos regionales en Brasil sobrecargan el calendario de los grandes, pero emplean a miles de futbolistas modestos

El fin de semana arranca la temporada brasileña con los principales estaduales: el Campeonato Paulista y el Carioca

El Sao Paulo celebra la consecución del último Campeonato Paulista

El Sao Paulo celebra la consecución del último Campeonato Paulista / Paulo Pinto / saopaulofc.net

Joaquim Piera

Joaquim Piera

La temporada arranca este fin de semana en Brasil con los ‘Estaduales’. O sea, las competiciones regionales: el Campeonato Paulista, Carioca, Gaucho, Mineiro, Bahiano, Pernambucano… que disputan tanto los equipos del Brasileirao, de la Serie B, C o D, o los que solo están en competiciones locales. 

La existencia de estos torneos, cada vez más en entredicho, radica en la tradición, ya que cuando la CBD (la antigua CBF) no había organizado aún competiciones nacionales eran las únicas citas profesionales de los equipos en la época de Pelé o de Garrincha.

A los ‘torcedores’ les gusta porque son decididos, si no hay sorpresas, en clásicos: Corinthians-Palmeiras, Flamengo-Vasco, At. Mineiro-Cruzeiro, Gremio-Internacional…. Y ganar al eterno rival, aunque sea en el choque menos importante del año, tiene su peso. Que se lo digan, por ejemplo, al Sao Paulo que, con Dani Alves, celebró su Paulista en 2021 por todo lo alto, tras nueve años de sequía absoluta.

Los ‘Estaduales’ sobrecargan el calendario, ya que los grandes, que disputan Liga y Copa y competición continental, tienen que encarar además 15 o 16 partidos oficiales más, lo que es un peaje físico mayúsculo. En 2020, el Palmeiras ganó el Paulista, la Libertadores y la Copa do Brasil y jugó el Mundial de Clubes. Acabó el año, con el récord mundial de 91 partidos oficiales. Una locura. Y no fue un caso aislado, el mismo Verdao un año antes jugó 92 veces.

No hay solución a la vista, por mucho que Abel Ferreira, el técnico portugués del Palmeiras vigente bicampeón de la Libertadores, ponga el grito al cielo y califique el calendario como “inhumano" y “de locos”, con partidos día sí y día no, a causa del Covid-19. Y, todo ello, con desplazamientos en un país de dimensiones continentales. 

UNOS TORNEOS ESTRATÉGICOS PARA EL FÚTBOL BRASILEÑO

Por mucho que reduzcan las fechas, los ‘Estaduales’ no van a desparecer porque conforman el tuétano del fútbol brasileño. Para empezar, financian las federaciones territoriales, ya que cada una de ellas gestiona los derechos televisivos y el resto de los ingresos. Aquí la CBF no pinta nada. 

Y, en segundo térmIno, porque el fútbol modesto, que emplea a miles de jugadores, vive su momento de gloria cuando puede enfrentarse con los grandes de su Estado. No se trata solo de exposición de patrocinadores, de ingresos de televisión y taquilla, sino que es la oportunidad de vender a sus jugadores a estos clubes del Brasileirao o la Serie B. Sin ‘Estaduales’ se corta el poco oxígeno con el que ya sobreviven habitualmente.

El prototipo de futbolista brasileño no es el que juega la Libertadores o será traspasado a Europa y defenderá a la Seleçao, sino aquel que está en clubes precarios, infra pagado, a veces, por debajo del salario mínimo interprofesional. Juegan para subsistir o tener la esperanza de dar un salto deportivo y social. Su año se divide en semestres, en el primero hay los ‘Estaduales’ y, con un poco de suerte, en el segundo disputarán la Serie C o D o torneos regionales. Eliminar el Campeonato Goiano, Cearense, Amazonense o Pernambucano es mandar al paro a miles de futbolistas, lo que sería un drama social.