El discutible desembarque del Grupo City en Brasil

Cuando Ferran Soriano era vicepresidente económico del FC Barcelona, en un encuentro que tuvo con los dirigentes del Corinthians, en Sao Paulo, en el que les transmitió la importancia de tener un estadio propio para generar ingresos (aún no estaba proyectada la imponente Neo Química Arena que albergó la inauguración del Mundial 2014), se asombró cuando descubrió que, en aquella época, el coste anual de un gran equipo de fútbol brasileño equivalía a lo que el Barça se gastaba en la sección de baloncesto.

Hoy Ferran Soriano es el CEO del City Group y el brazo ejecutor de su imparable expansión global: la compañía que domina Mansour bin Zayed Al Nahyan ya es accionista mayoritario de siete clubes, tiene participación en tres más, y uno de forma externa. Ahora buscan un

en el mercado brasileño, o sea un buque insignia en Sudamérica, que recibiría una inversión maciza  para poder asaltar, a medio plazo, el Brasileirao y la Copa Libertadores.

Ha habido conversaciones con el Bahía, un histórico ahora en el Serie B sin fuerza para competir con los grandes brasileños. Y ahora el portal Globoesporte notició que el City Group ha ofrecido 200 millones de euros para hacerse con el 51% de las acciones de la futura Sociedad Anónima en la que se convertirá el Atlético Mineiro, actual campeón de Liga, Copa y Supercopa.  El grupo de cuatro mecenas que inyectan dinero en el Galo (que tiene una de las mayores deudas de Brasil con 214 millones de euro) consideran la oferta baja y sitúan el precio de venta como mínimo en 400 millones.

EL SELLO 'CITY' EN UN HISTÓRICO BRASILEÑO

El debate ya está servido. En las redes sociales, la ‘torcida’ del Cruzeiro (club que ahora domina Ronaldo ‘Fenómeno) se ríen porque, por fin, su eterno rival se vestiría de color azul. Más allá del cachondeo propio de una charla regada a cerveza (Belo Horizonte tiene la fama de ser la capital mundial de los bares), la incógnita de la identidad visual, el formato del escudo y el futuro nombre de la entidad  ya ha llegado a los medios de comunicación.  

El Galo es el club con más ‘torcedores’ fuera del eje Río-Sao Paulo (7 millones de hinchas), campeón de la Libertadores (en 2013 con Ronaldinho Gaucho) y con el orgullo de tener como uno de sus grandes ídolos a una figura de imprescindible conocimiento como el ‘Rei’ Reinaldo, y su papel de activismo contra la dictadura militar.

Con excepción de Red Bull con el Bragantino (de una ciudad en Sao Paulo de tan solo 170.000 habitantes), los nuevos inversores del Botafogo, el Vasco da Gama o el propio Cruzeiro no piensan cambiar ni un ápice de la marca y el posicionamiento social de sus clubes.

Otro aspecto que genera ya debate en Brasil, es que el City va a controlar toda la cadena de producción en el mayor mercado exportador del mundo. Red Bull vende a sus futbolistas al mejor postor, como demostró con Claudinho que se fue al Zenit, y no al Leipzig, por 15 millones de euros.

¿Qué política adoptará el City, que es un club que todos los años capta jóvenes talentos en Brasil? El año pasado fichó a Kayky, el ‘Neymar zurdo’ del Fluminense, por 10 millones de euros, y a volante Metinho, que se fue al Troyes por 5 millones. Y ahora está a un paso de cerrar a otra joya, Savinho, precisamente del Galo, por 6,5 millones de euros.