El árbitro 'cachas' que odia todo el pueblo peruano

Anderson Daronco es, tal vez, el árbitro más fuerte del mundo, por motivos que saltan a la vista. Con unos bíceps para crear envida a aquellos que viven machacándose en el gimnasio, este gaucho, de 41 años, profesor de educación física, está considerado por jugadores, técnicos y periodistas como uno de los mejores árbitros de Brasil.

Se ha ganado el respeto generalizado no por su imponente físico, aunque es un factor a tener en cuenta ya que los futbolistas no lo rodean para quejarse con tanta vehemencia, sino por su temple y la buena interpretación del juego.

Lo tenía todo para actuar como un ‘chulo-piscinas’ agrandado, pero le precede la fama de ser un tipo sencillo, cachondo y dicharachero, una imagen que ha cultivado, principalmente durante la pandemia, cuando se ha prodigado en podcast, ‘lives’ y programas televisivos en el que le han ido a sacar titulares en conversaciones que giran en torno a su físico. “Creo que, en una lucha, ganaría a Hulk”, es alguna de sus perlas, que siempre deja en un ambiente distendido y entre carcajadas.

Todo este buenrollismo que rodea a Daronco no solo se circunscribe a su país, sino que sus apariciones en las eliminatorias sudamericanas y en los torneos continentales de clubes le han valido artículos graciosos… hasta una semana atrás.

No validó un gol fantasma del peruano Trauco, en el minuto 91, con 1-0 para Uruguay, en el mítico Centenario de Montevideo, lo que ha desatado la furia del país de los Incas, ya que allí se sepultaron todas las opciones matemáticas de clasificación directa para Catar 2022.

Las imágenes del VAR no son conclusivas (algunas fotografías, sí). No hay ninguna toma que desvele si el balón traspasa por completo o no la línea de gol, cuando el portero Sergio Rochet, que está dentro de la portería, lo ataja a la desesperada con los brazos extendidos horizontalmente.

ENEMIGO NÚMERO UNO EN PERÚ

Por su trascendencia, el lance pasa a engrosar la larguísima lista de errores históricos arbitrales en Sudamérica. De nada sirvió para bajar la indignación que la Conmebol, como hace habitualmente, publicase, al día siguiente, las conversaciones entre el árbitro y el VAR; y que, además, ratificara la decisión del colegiado con una nota pública.

En Perú, dejaron a Daronco de vuelta y media. Los periódicos populares lo lincharon. “¡Árbitro, ladrón, maldito!” llegó a estampar en la portada Nuevo Sol. Difícilmente, Conmebol lo designará para pitar en territorio peruano en la Libertadores o la Copa Sudamericana porque se podría vivir un altercado.

La Federación Peruana presentó una queja formal a la FIFA, aunque es consciente que no tendrá recorrido.

Siempre quedará la duda que, con el gol validado, qué desenlace hubiera tenido el grupo sudamericano. ¿Uruguay, con toda la presión del mundo habría ganado en Chile? Sin presión y clasificada para Catar, la Celeste ganó el martes 0-2.

Por su parte, la Albirroja, en un baño de masas, se sobrepuso a la polémica y ganó en Lima 2-0 a Paraguay. En junio, se lo jugará todo en una repesca a partido único en Catar contra el ganador de la eliminatoria entre Australia y los Emiratos Árabes Unidos, con el fantasma del gol no validado en Montevideo asombrándole.