Un único positivo obliga a Nueva Zelanda a cerrar Auckland, la ciudad más grande de país

Hay dos formas de actuar respecto a la pandemia de coronavirus: la primera, que podríamos definir como la que ha adoptado Europa, consiste en mantener un difícil equilibrio entre la economía y la salud después de haber vivido en 2020 una caída del PIB brutal e histórica; la segunda, la que han decidido llevar a cabo países como China o Nueva Zelanda: cierres de ciudades enteras en cuanto se detecta un caso de Covid-19 para acortar la transmisión comunitaria de raíz.

El gobierno de Jacinda Andern, primera ministra de Nueva Zelanda, ha decidido este sábado cerrar la urbe más grande del país, Auckland, tras la detección de un único positivo. Eso sí, este caso se habría contagiado por transmisión comunitaria, por lo que con este confinamiento se busca atajar cualquier movimiento del SARS-CoV-2 siempre que la población respete las medidas impuestas para esta ocasión.

Ya en febrero se tuvo que cerrar Auckland, una ciudad de casi 2 millones de habitantes después de que a una familia le diagnosticasen con la variante de coronavirus británica, más transmisible que anteriores cepas. Semanas más tarde se reabrió y se volvió a la normalidad, e incluso cuando no hay restricciones se vive una vida aparentemente normal. Eso sí, hay que decir que este país se beneficia de su lejana posición geográfica.