La madre de las niñas desaparecidas en Tenerife inicia una campaña para que no nos olvidemos de ellas

Han pasado más de dos semanas desde que Anna y Olivia desaparecieran junto a su padre, Tomás Gimeno

No se sabe nada sobre el paradero de la familia, aunque hay varias hipótesis en investigación

La madre de las niñas desaparecidas en Tenerife inicia una campaña para que no nos olvidemos de ellas

La madre de las niñas desaparecidas en Tenerife inicia una campaña para que no nos olvidemos de ellas / Google

D. Cruz (@DCruzPeriodista)

Beatriz Zimmerman, madre de Anna y Olivia, está desesperada: sus dos hijas, de uno y seis años respectivamente, llevan desaparecidas 17 días junto a su padre, Tomás Gimeno, y los dispositivos de búsqueda no logran avanzar para sacar nada en claro. Por tierra, por mar y por aire; en Canarias y en otros países en los que la familia pudo haber entrado antes de que se iniciase el dispositivo policial. Nada se sabe de las dos pequeñas y su progenitor, y por ello, Beatriz ha iniciado una campaña para que no nos olvidemos de ellas.

Esta madre coraje, en unión con la Asociación Sosdesaparecidos, han pedido a voluntarios que envíen dibujos de niños y niñas para apoyar a la familia rota por los acontecimientos: "en solidaridad y cariño con Olivia, Anna y Beatriz. El mundo puede ser más feliz. Beatriz, madre de Olivia y Anna, con Sosdesaparecidos, iniciamos esta campaña: ¡El mundo puede ser más feliz! para que padres, educadores y profesores animen a los niños para hacer un dibujo de solidaridad, esperanza, empatizando con Beatriz y sus hijas, pero también un mensaje al mundo de los derechos de los niños a una mamá y un papá, que el amor de los niños no se transforme en una herramienta manipulable por los mayores".

Si deseas participar junto a tu hijo o a tus alumnos, los dibujos pueden enviarse al correo electrónico info@sosdesaparecidos.es poniendo como asunto la razón por la que adjuntas la obra. Una campaña que visibiliza uno de los problemas sociales que tenemos que erradicar lo antes posible: el uso de unos hijos para el sufrimiento del otro.