Cosas que jamás deberías hacer cuando estás limpiando tu casa

Es algo no muy gratificante y que nos quita mucho tiempo

Hay que afinar con lo que estamos haciendo y no cometer errores básicos

Armarios escoberos para tener a mano todos los utensilios de limpieza

Armarios escoberos para tener a mano todos los utensilios de limpieza

Es algo no muy gratificante y que nos quita mucho tiempo. La limpieza del hogar es una de las cosas que más rato nos lleva hacer y es por eso que hay que afinar con lo que estamos haciendo y no cometer errores básicos. Te vamos a ayudar con eso.

Dejar pasar pequeños desórdenes y suciedades

Hay cosas que vas dejando porque son pequeñas, porque no se ven mucho pero cuando se acumulan... mal. En este apartado podemos hablar de las migajas, los envoltorios, las gotitas del espejo del lavabo, las gotas del café que dejan salpicaduras en el mármol de la cocina... Quítalo en el momento y te será mucho más fácil.

Lejía en agua caliente

Diluir la lejía en agua caliente es un grave error porque el cloro se evapora rápido y no se desinfecta nada. Siempre con agua fría. El agua caliente es eficaz para desincrustar la suciedad pero no sirve para desinfectar nada. Dicho sea de paso nunca apliques lejía directamente sin diluir, te expones a graves intoxicaciones.

Leer las instrucciones de las cosas

Parece una tontería decirlo pero muchas veces no nos preocupamos en leer las instrucciones de los productos de limpieza... y los usamos mal. Por poner ejemplos, hay productos desincrustantes que, si los aplicas y los sacas enseguida, no harán ningún efecto. O con el limpiacristales: si lo aplicas sobre la bayeta de microfibra irá mejor que si lo rocías directamente sobre el vidrio.

Mandar los microbios de un sitio a otro

Es una práctica habitual coger una única bayeta y pasarla por la zona de la taza, por la ducha y por el lavabo, grifo incluido. Grave error. Así repartes los microbios de un lado a otro. Debes utilizar diferentes bayetas para evitar esto.

Haz la cama

La cama es el elemento más grande de la habitación y aunque parece una tontería, tenerla hecha ayuda a dar una sensación de orden y limpieza enorme en nuestro cuarto. Además, está demostrado que a nivel psicológico ayuda mucho tener en cuenta este elemento por lo que doble beneficio.

Dejarte cosas por limpiar

Normalmente vamos a tiro fijo con lo de siempre (suelo, cocina, baño, muebles...). Eso sí, si nos ponemos a pensar hay cosas que no tenemos habitualmente en cuenta y que con el tiempo son auténticos nidos de suciedad. Por estadística lo que más hay que limpiar en una casa son los pomos y manecillas de las puertas, los mandos a distancia y la alfombra del baño. 

Hacerlo todo en un día

Es lógico querer concentrar los esfuerzos de la casa en un día pero como ese día estés más cansado o hagas algo, se te hará todo una montaña. Lo mejor es seguir estos consejos y algunos más para ir limpiando en ratos más pequeños durante la semana. Más limpieza, menos esfuerzo y más estabilidad.