¿Cómo lidiar con la eyaculación precoz?

La eyaculación precoz representa la disfunción sexual masculina más común. En concreto, según un artículo publicado en la Revista Clínica de Medicina de Familia, entre un 16% y un 23% de los hombres la sufren, ascendiendo hasta el 30% en el caso de hombres de edades situadas entre los 18 y los 29 años y al 50% en el caso de varones de edades situadas entre los 50 y los 59 años. Como explican desde Mayo Clinic, entidad dedicada a la investigación y la divulgación médica, "las opciones de tratamiento frecuentes incluyen técnicas relacionadas con la conducta, anestéticos tópicos, medicamentos y asesoramiento psicológico".

¿Pero qué técnicas concretamente? Desde el portal web de Sanitas aseguran que "la primera técnica para controlar la eyaculación precoz se basa en la práctica de los llamados ejercicios de Kegel". Su objetivo es potenciar el fortalecimiento de los músculos pelvianos, a los que se denomina músculo PC, situados entre los genitales y el ano, y "entre cuyas funciones está precisamente el control de la eyaculación". Para llevarlos a cabo basta con contraer y relajar estos músculos "en intervalos de cinco segundos y de forma sucesiva". Es aconsejable realizarlo un mínimo de treinta veces diarias y un máximo de cien veces diarias.

Además, también es muy importante aprender a controlar la respiración, dado que "es importante para el control de la eyaculación precoz y sin embargo es algo que muchos hombres ignoran". Al fin y al cabo, como apuntan desde GQ, "si cambiamos nuestro patrón de respiración a uno más pausado y calmado influiremos en la señal que el cerebro manda al resto del cuerpo y por tanto desacelerará la llegada de la eyaculación". Y lo único que tenemos que hacer es practicar ejercicios de respiración consciente a diario hasta lograr un dominio del ritmo de la respiración. Eso nos beneficiará además en muchos otros ámbitos.

Por último, agregan desde Sanitas, existe una última técnica de control de la eyaculación basada en iniciar y parar el acto sexual, ya sea "en solitario o en pareja". Más específicamente, "consiste en parar cuando se siente que se va a eyacular y dejar que pase el momento de máxima excitación antes de reanudar el masaje del pene". Como todo entrenamiento requiere cierta constancia y desde la compañía aseguradora de salud recomiendan practicarla al menos dos veces por semana. Además, dejan claro que no hay una técnica mejor y definitiva, sino que deben combinarse todas ellas para obtener mejores resultados.

Y no solo eso. Los especialistas de Mayo Clinic proporcionan otros consejos útiles que pueden combinarse y alternarse para prolongar el acto sexual. Como los preservativos, que "podrían disminuir la sensibilidad del pene". De hecho, existen condones con sustancias anestéticas diseñados específicamente para combatir la eyaculación precoz. Y no debemos olvidarnos del apartado psicológico. ¿El motivo? "Las sesiones pueden ayudarte a reducir la ansiedad por el desempeño y a sobrellevar el estrés", según dicen desde la Mayo Clinic. Aumentar la relajación y sentirse en un entorno seguro es importante para vender esta disfunción.