Esto le pasaría a tu cuerpo si comes pipas todos los días de tu vida

El consumo de semillas de girasol, conocidas simplemente como pipas, es bastante peculiar en nuestro país

En España, comer pipas con cáscara representa no solo una fuente de alimento, sino también una actividad de acompañamiento

Pipas de Girasol

Pipas de Girasol

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El consumo de semillas de girasol, conocidas simplemente como pipas, es bastante peculiar en nuestro país. En primer lugar, porque en la mayoría de países dicho consumo se produce a través de las semillas peladas, de manera que puedan ser añadidas a todo tipo de recetas.

En España, comer pipas con cáscara representa no solo una fuente de alimento, sino también una actividad de acompañamiento para otras acciones de ocio como charlar, caminar o ver algún espectáculo. Y, en segundo lugar, porque las comemos en cantidades que ningún otro país igual. ¿Pero es bueno consumir tantísimas semillas de girasol?

Como muchas otras semillas, las pipas de girasol proporcionan grandes beneficios a nuestra salud gracias a una composición nutricional óptima. Entre otras cosas, las pipas aportan proteínas, grasas poliinsaturadas, vitaminas y minerales como el cobre, el manganeso, el potasio, el selenio o el zinc. Gracias a esas cualidades, y según el portal especializado en salud WebMD, el consumo de pipas reduce la inflamación crónica, un estado altamente nocivo para el organismo. Además, también puede ayudarnos a cuidar de nuestro corazón y sistema cardiovascular gracias a esas grasas saludables mencionadas anteriormente.

Pero no solo eso. "El zinc juega un papel vital en el sistema inmunológico, ayudando al cuerpo a mantener y desarrollar las células inmunes. El selenio también juega un papel en la reducción de inflamación, la lucha contra las infecciones y el refuerzo de la inmunidad", escriben los expertos de WebMD. En consecuencia el consumo regular de semillas de girasol puede servirnos para permanecer protegidos. Y, por último, estas semillas contienen mucha vitamina B1, la cual "puede ayudarnos a convertir los alimentos en energía" y por lo tanto "mantenernos activos durante todo el día". Un impulso energético valiosísimo.

No obstante, todo lo anterior no implica que debamos comer semillas de girasol sin control alguno. A fin de cuentas, y cuando hablamos de nutrición, la moderación suele ser la actitud más recomendable. Y en el caso de las pipas de girasol la razón se esconde en sus grasas. Si bien son grasas saludables, como ya hemos comprobado, lo son únicamente cuando "se comen con comedimiento y en sustitución de alimentos con alto contenido de grasas saturadas y trans", explican desde Healthline. En otras palabras: es muchísimo mejor comer cincuenta gramos de estas semillas que una napolitana de chocolate procesada. 

Además, debemos tener en cuenta otros dos aspectos claves de las pipas. El primero de ellos es que aportan aproximadamente 580 calorías por cada 100 gramos, en la misma línea que el resto de frutos secos. Por eso es importante moderar su consumo si queremos mantener un buen peso. El segundo de ellos es que en gran parte de las presentaciones comerciales, las pipas vienen acompañados de una desorbitada cantidad de sal. Y los excesos en el consumo de sal son muy peligrosos para la salud. En definitiva, las pipas pueden ser parte de una dieta saludable, pero consumidas con proporcionalidad y sin sal añadida.