Así fue la entrevista de Isabel Pantoja en Supervivientes 2019

Así fue la entrevista de Isabel Pantoja en Supervivientes 2019

Así fue la entrevista de Isabel Pantoja en Supervivientes 2019 / Mediaset

D. Cruz (@usuaridavid)

Isabel Pantoja tuvo la recepción en España que habría soñado en su vuelta a "Supervivientes 2019": la tonadillera <strong>abandonó el programa por motivos de salud</strong> y se encontró, nada más llegar a plató, con el abrazo de ocho personas allegadas entre las que se incluían Kiko Rivera e Isa Pantoja, sus dos hijos, y su sobrina Anabel Pantoja. Abrazos llenos de emoción y llantos por parte de la protagonista de la noche.

Era bastante evidente que sería preguntada ya en la entrevista (con un Jorge Javier muy receptivo a la concursante, pese a sus problemas en el pasado) por la afección de salud que padecía Isabel Pantoja, pero ella no aclaró realmente qué padecía: "gracias a Dios y al doctor de la isla, lo hemos cogido a tiempo, muy muy a tiempo lo que tenía. Y ya estoy en manos del especialista". Sí afirmó que debido a la dieta estricta que debía mantener, no podía permanecer en la isla.

"Quiero comentar que yo no sabía por qué me sacaban de la isla. Estoy con mucho dolor porque pensaba que llegaría hasta la final. Lo prometí y no pudo ser", explicó la cantante visiblemente afectada por su abandono.

Tras estas palabras, Isabel pasó a hablar sobre una convivencia que "ha sido más bien mala. Me ha costado reprimirme con personas que no quiero nombrar. Allí se agranda todo y las condiciones son extremas", decía en referencia a Carlos Lozano, con el que enterró el hacha de guerra en pleno plató, aunque ninguno de los dos se disculpó tras sus tensos enfrentamientos.

Sí quiso agradecer el apoyo de Dakota y Chelo García-Cortés, junto a Omar Montes. Sobre este último, explicó que le ha cogido mucho cariño aunque siempre lo ha querido, incluso cuando era pareja de su hija. 

El punto más emotivo de la entrevista fue cuando la protagonista de la noche vio cómo sus hijos se habían distanciado durante estos meses, algo que ella no comprendía y provocó su llanto: "¿Por qué? ¿Por qué? Sois mi vida, ¿por qué os lleváis mal?". Kiko fue el encargado de tranquilizar a su madre explicando que todo se soluciona hablando, y que él quiere a su hermana como a la que más.