Los números de Rosberg para ser campeón

Nico Rosberg ya acaricia el título. Lewis Hamilton lo sabe y de ahí su nerviosismo, que ha ido en aumento las últimas semanas a la par de que su rival iba sumando victorias. El triunfo del alemán en Suzuka le ha dejado tocado, puesto que ahora lo tiene todo a favor para ganar su primer título y el inglés se quede con las ganas de anotarse el tercero consecutivo con Mercedes, el cuarto de su palmarés.

Quedan cuatro carreras, 100 puntos en juego y Nico Rosberg tiene 33 de ventaja. Nunca lo ha tenido tan a mano. Para ser campeón, ni tan siquiera tiene que ganar otra carrera. Si es segundo en tres de los cuatro grandes premios que restan (Estados Unidos, México, Brasil y Abu Dhabi) y tercero en el otro será, matemáticamente, campeón. Todo ello si Lewis Hamilton gana todas las carreras que faltan, que lo puede hacer, pero a tenor de la racha que lleva se hace difícil de creer en estos momentos. Como no hay otro piloto que tenga opciones reales al título, si Rosberg queda siempre justo detrás de Hamilton será campeón, un éxito que persigue desde hace muchos años y que se le ha resistido.

El paréntesis del verano significa un punto de inflexión en la trayectoria de Nico Rosberg. Ganó las cuatro primeras carreras del año de una tacada, pero tras el toque que tuvieron en Barcelona en la primera vuelta se hundió y cedió la iniciativa a Lewis Hamilton, que llegó a la parada estival como líder y claro favorito al título. Ha habido un antes y un después a la carrera de Spa. Desde el GP de Bélgica Rosberg ha ganado cuatro de las cinco pruebas disputadas, mientras que su rival lo máximo que ha hecho es acabar segundo en Singapur.

Ni el Mundial ni la lucha por el título han acabado, pero Nico Rosberg tiene todo el viento a su favor para ganar el título, pese a que Hamilton no se lo pondrá fácil. Tiene experiencia y madurez, equilibrio en su vida privada, confianza en si mismo, un gran equipo detrás y un extraordinario coche que se ha mostrado muy superior al de sus rivales. Como ejemplo, solo les digo que antes de subir al podio de Suzuka le reconoció a Max Verstappen que había conducido las primeras vueltas con una mano, es decir, sobrado, sin estrujar el coche a tope y sin afrontar riesgos innecesarios. La sensación es que hizo toda la carrera así.