Nico Rosberg, el triunfo de la perseverancia

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Rosberg celebra la consecución del título en Abu Dhabi / sport

Laura López Albiac

Laura López Albiac

Ser piloto y apellidarse Rosberg tiene sus pros y contras. A Nico, nacido en Alemania hace 31 años, le sirvió de lanzadera en las copas de promoción y seguramente también le abrió las puertas de la Fórmula 1 y del equipo Williams en 2006. Eso sí, el talentoso hijo del bigote más famoso de la F1, el campeón Keke Rosberg, ya había dado muestras de su talento proclamándose campeón de la Fórmula BMW (2002) y de GP2 (2005). Nacido en Suecia, de origen finlandés y afincado en Alemania y Mónaco, Keke pasaba los fines de semana luchando contra Prost, Senna o Piquet en la pista y dedicaba su tiempo libre a instruir al pequeño Nico, que se subió por primera vez a un F1 a los seis años, a los 11 ya era campeón de karts de la Costa Azul y a los 12, campeón de Francia.

Con los años, el apellido Rosberg acabó convirtiéndose en un pesado lastre para Nico, que necesitó 111 grandes premios en la Fórmula 1 para alzarse con su primera victoria (China 2012) y durante todo ese tiempo tuvo que soportar las inevitables comparaciones con su laureado padre. Entre 2006 y 2009, Nico estuvo batallando sin éxito por labrarse un palmarés que como mínimo se acercara al de Keke.

En Williams no tuvo nunca la oportunidad de lucir sus cualidades ni de optar a luchar por las victorias. Un podio en Australia 2008 (3º) y un séptimo puesto en la clasificación del Mundial 2009 fueron sus resultados más destacados en ese período. En octubre de 2009 Nico comunicó su decisión de no seguir en la escudería de Sir Frank Williams y un mes más tarde el gigante Mercedes oficializó su regreso al Mundial de F1 a través del equipo campeón Brawn GP manteniendo al frente a su creador Ross Brawn.

El ‘cerebro’ que guió la exitosa etapa de Michael Schumacher en Ferrari convenció al heptacampeón del mundo para que abandonara su retiro y junto al él situó en el box a Nico Rosberg para completar un proyecto cien por cien alemán con las ‘flechas de plata’. La aventura no salió como esperaba ninguno de ellos, pero a pesar de que el coche no se mostró competitivo en las tres temporadas que Nico y Schumi compartieron box, el joven alemán le ganó casi siempre la partida al ‘kaiser’ y a diferencia de él, sí logró subir a lo más alto del podio, en China.

Desde la temporada 2013, Nico tuvo a su lado en Mercedes a otro duro ‘hueso’, Lewis Hamilton, que los dos últimos años le ha ganado la partida claramente.  El inglés ha sido hasta ahora el más beneficiado por el dominio abrumador de las flechas plateadas en la era turbo, encadenando los títulos de 2014 y 2015. Pero esta temporada Nico se ha quitado los complejos y le ha desafiado desde la primera carrera, con altibajos, hasta plantarse en Abu Dhabi con 12 puntos de ventaja que al final han sido decisivos.

Muy Personal

Eric Nicolas Rosberg nació en Wiesbaden (Alemania) pero tiene doble nacionalidad alemana-finlandesa. Sus padres son Sina y Keke Rosberg, que se proclamó campeón del mundo de Fórmula 1 en 1982, tres años antes de que él viniera al mundo. Ha residido desde niño en Mónaco, donde actualmente comparte casa con su esposa, la alemana Vivian Sibold y la hija de ambos. Habla inglés, francés, italiano, alemán y con bastante fluidez también finés y español. Al contrario que su padre, de carácter extrovertido, Nico es muy tímido. Pasa por ser uno de los pilotos más educados del paddock. Entre sus aficiones, la fotografía, el ajedrez y practicar deportes como el fútbol, tenis, snowboard, escalada o mountain bike. Su grupo de música favorito es U2.