Mercedes y Ferrari se retan en el desierto

Hamilton, rey en ganancias

Hamilton, rey en ganancias / afp

Sport.es

Lewis Hamilton (Mercedes) y Sebastian Vettel (Ferrari), que comparten liderato en el Mundial de Fórmula 1 tras sus respectivas victorias en China y Australia, se desafían ahora bajo el calor y la arena en el Gran Premio de Bahrein, tercera cita del campeonato del mundo de Fórmula 1.

Vettel, tetracampeón del mundo con Red Bull (2010-13), dio la primera alegría del año a Ferrari en Melbourne, confirmando las buenas perspectivas de los test de pretemporada en el Circuit de Barcelona.

Hamilton, triple campeón mundial, terminó segundo en Australia pero logró revertir la situación el pasado domingo en China, lo que deja a ambos pilotos con 43 puntos al frente de la clasificación y devuelve al Mundial la emoción de un pulso entre dos equipos diferentes, después de tres temporadas de hegemonía de las 'flechas de plata'.

Hamilton se exhibió en Shánghai, con un Grand Slam -triunfo desde la 'pole', liderando de principio a fin y firmando la vuelta rápida- que le supuso mejorar a 54 su propia segunda mejor marca histórica de victorias; e igualar, con 106, la segunda de podios, del galo Alain Prost, cuádruple campeón del mundo.

Está claro que tras el título de Rosberg en 2016, Hamilton busca su cuarta corona y no quiere que ni Vettel ni Ferrari le hagan sombra, pero el alemán, espoleado por la posilidad de hacer historia con Ferrari e igualar al legendario Fangio con cinco títulos, no se lo va a poner fácil al inglés.

Las 57 vueltas de la carrera en el circuito de Sakhir ( 5,412 metros) van a ser una nueva prueba de fuego para los favoritos, entre los que también se sitúa el holandés Max Verstappen (Red Bull), el más joven ganador de la historia -con 18, al vencer en España, en 2016-, tercero, tras firmar la remontada en China. Y que ocupa ese puesto en la general, con 25 puntos.

Nadie ha ganado más veces en Bahrein que Fernando Alonso, campeón del mundo en 2005 y 2006, con Renault, que, tras hacerlo esos dos años, se impuso de nuevo en 2010, en su primera carrera como piloto de Ferrari. Sin embargo, el asturiano, que el miércoles anunció que se saltará el Gran Premio de Mónaco y que correrá las 500 Millas de Indianápolis (EEUU), tendrá que volver a sufrir en la presente edición, con un McLaren-Honda falto de potencia y fiabilidad, con el que le ha tocado abandonar en las dos primeras carreras de la temporada.

Carlos Sainz (Toro Rosso), que está causando una grata impresión en el arranque de su tercera temporada en la categoría reina, fue séptimo en China, donde sorprendió al ser el único en arrancar con 'slicks' -el resto lo hizo con neumáticos intermedios-, en una pista que aún se estaba secando de la lluvia caída instantes antes de la carrera. Sainz acabó por detrás de los Mercedes -Valtteri Bottas fue sexto-, de los Ferrari -Kimi concluyó quinto- y de los Red Bull de Verstappen y del australiano Daniel Ricciardo, cuarto en Shanghái. En Sakhir, con dos zonas de DRS -en la entrada de la primera y de la undécima de las quince curvas- buscará, como mínimo, entrar de nuevo en los puntos.