Fórmula 1-GP de Bahrein

¿Hubo negligencia con Alonso?

No se entiende que la FIA dejara volar a Alonso desde Australia hasta Oviedo sin someterle a exámenes precisos tras estrellarse a 312 km/h

Alonso, con el Rey Juan Carlos y Carlos Sainz, en Bahrein

Alonso, con el Rey Juan Carlos y Carlos Sainz, en Bahrein / sport

Laura López Albiac

Fernando Alonso ha seguido las dos primeras sesiones libres del GP de Bahrein en el box de McLaren. En el paddock todo el mundo le paraba para interesarse por su salud después de su sorprendente baja de última hora y sobre todo, por el hecho de que su lesión en el terrorífico accidente de Australia (neumotórax y fractura de la novena costilla izquierda) no se hiciera pública hasta la víspera del gran premio en Sakhir.

El rey Juan Carlos, fiel a su costumbre, ha viajado hasta Bahrein para apoyar a los pilotos españoles y se ha fotografiado sonriente con Alonso y Carlos Sainz sénior, que acompaña al piloto de Toro Rosso. El aspecto de Fernando era sensiblemente mejor que el del día anterior tras abandonar cariacontecido el centro médico. “Ha dormido bien y le ha pedido a los doctores que valoren la posibilidad de que pueda hacer algún tipo de actividad física porque lleva mal eso de estar parado”, han desvelado los comentaristas de Movistar TV tras charlas con el entorno del piloto.

Una vez digerida su ausencia en Bahrein, se plantean dos cuestiones importantes entorno a Alonso. Por una parte, persisten las dudas de que pueda estar recuperado para correr el próximo gran premio del calendario, en China, el 17 de abril. Los médicos consultados no se ponen de acuerdo, si bien algunos sitúan el plazo de recuperación para una costilla rota en un mes. Alonso tendrá que someterse a nuevos exámenes diagnósticos en ocho o diez días para resolver esta incógnita.

El segundo debate que ha generado el accidente del Alonso y sus consecuencias físicas para el piloto es hasta qué punto hubo cierta negligencia o imprudencia en la evaluación médica inmediatamente posterior al choque. Fernando estrelló su coche a 312 km/h y pese a la aparatosidad del impacto, ni la FIA ni su equipo le impidieron emprenden un viaje de más de 24 horas desde Melboure hasta España, aconsejándole que permaneciese en observación durante 24 o 48 horas como sería lo más lógico en este tipo de impactos, después sufrir fuerzas de 46G. Fue su hermana Lorena, doctora de profesión, le convenció para que pasara un chequeo completo en Oviedo. Y allí fue dónde le detectaron el neumotórax y la fractura de costillas.