FÓRMULA 1 - GP DE MALASIA

Hamilton y Rosberg ponen el picante con su lucha por el título

Separados por solo ocho puntos, Rosberg y Hamilton están protagonizando el duelo más disputado de la 'era de dominio Mercedes'

Hamilton y Rosberg

Hamilton y Rosberg llevan muy bien su animadversión en público / sport

Sergi Mejías

Nadie se podría imaginar que a pesar del dominio insultante que ejerce Mercedes desde hace tres temporadas, la lucha por el título de campeón podría ser tan interesante. Nico Rosberg y Lewis Hamilton se han encargado de echar picante a un Campeonato algo insípido por la falta de alternativas a los monoplazas de Brackley.

Este fin de semana van a disputar un nuevo asalto en el rápido Sepang. El Mundial ha entrado en su recta final, pero cuidado porque se trata de una recta final larga porque después de Malasia todavía queda Japón, Estados Unidos, México y Brasil para acabar en Abu Dhabi; en total seis carreras contando la cita malasia.

Seis Grandes Premios equivalen a 150 puntos por disputarse cuando la diferencia entre Rosberg y Hamilton es de solo ocho puntos. No osbtante, la traectoria de los pilotos de Mercedes ha sido diferente tras el parón del verano. El británico se iba de vacaciones como líder el mundial con un buen colchón de puntos tras ganar en Alemania. Pero Hockenheim fue su último triunfo de los seis que lleva este curso.

A Rosberg, el líder actual, le sucede todo lo contrario. El alemán ha ganado ya ocho Grande Premios, los tres últimos de forma consecutiva en escenarios como Imola, Spa y Singapur. El líder ya es el piloto de la historia de la F1 con más victorias pero sin sumar un título.

Haciendo caso a las estadísticas, Hamilton parte como favorito en Sepang. Lewis ha firmado las dos últimas poles, ganó en 2014 y el año pasado fue segundo tras Sebastian Vettel. Rosberg, por su parte, jamás ha salido desde la primera fila de la parrilla en Sepang y el segundo logrado en 2014 es su mejor resultado ya que el año pasado acabó tercero.

Fue precisamente en Sepang cuando Rosberg y Hamilton tuvieron su primer desencuentro cuando el alemán tuvo que acatar las órdenes de equipo y no adelantar al británico para que acabara tercero y consiguiera su primer podio con Mercedes en el GP de Malasia de 2013. Era su segunda carrera con la escudería de Brackley y querían sacar brillo a su fichaje estrella a cualquier precio. Nadie se podía imaginar como estarían las cosas tres años después.