Hamilton se alía con la suerte y no tiene rival en China

Hamilton, celebrando su quinto triunfo en Shanghai

Hamilton, celebrando su quinto triunfo en Shanghai / afp

Josep Viaplana

Josep Viaplana

Lewis Hamilton ha conseguido una extraordinaria victoria en el GP de China, que ha sido el quinto triunfo del británico en Shanghai, el 54º de su carrera deportiva, y el primero de la temporada después de que Sebastian Vettel le relegara a la segunda plaza en Melbourne. El inglés ha dominado con autoridad, sin el mínimo fallo y con la fortuna de su lado en el momento crucial de la carrera

Vettel ha terminado segundo y ello le permite mantenerse en el liderato del Mundial junto a Hamilton. El alemán se ha visto perjudicado por la aparición del coche de seguridad tras el accidente de Giovinazzi, teniendo que remontar desde la sexta plaza cuando con su tempranero cambio de neumáticos había cogido la iniciativa de la carrera y tenía contra las cuerdas a Hamilton.

Ha sido el momento crucial del gran premio. La salida se ha dado con la pista mojada, equipando todos neumáticos intermedios excepto Carlos Sainz que ha salido con slicks, pero Vettel ha decidido parar en la vuelta 3 a cambiar las gomas por neumáticos de seco. El alemán era segundo, justo detrás de Hamilton, que no ha entrado en boxes y el destino ha querido que cuando parecía que Sebastian iba a coger una ventaja enorme con su maniobra se ha accidentado el italiano Antonio Giovinazzi en la recta de meta, en el mismo lugar que chocó el sábado en la crono, y tuviera que salir a la pista el coche de seguridad.

Dirección de carrera ha cerrado la recta de meta para poder trabajar mejor y más rápido en la limpieza de los destrozos causados por el Sauber, con lo que los vehículos han pasado por el pitlane detrás del safety car, cambiando los primeros ruedas sin perder posición. Vettel, que podía haber sacado una buena ventaja sobre sus rivales, ha visto que no solo no la conseguía sino que se quedaba sexto, detrás del tráfico e imposibilitado durante muchas vueltas de pasar a Raikkonen y Ricciardo. Ahí se le fue la carrera.

Hamilton, a partir de ese momento, ha tenido una carrera cómoda, sin errores, gestionando siempre las diferencias con sus rivales y apretando lo justo para cruzar primero bajo la bandera a cuadros. Vettel, por su parte, ha confirmado la mejoría del Ferrari en China y está claro que es un coche que hay que tener en cuenta y que hoy también ha tenido sus opciones. El rendimiento de Vettel, sin embargo, contrasta con el de Raikkonen, que ha hecho una carrera gris para acabar quinto, justo delante de un errático Valtteri Bottas, que ha perdido muchas opciones al hacer un trompo con el coche de seguridad en pista.

Espectacular también la carrera de Max Verstappen, que ha resistido el ataque final de Daniel Ricciardo y que para acabar tercero ha remontado 13 posiciones. El holandés es un auténtico espectáculo, con adelantamientos al límite que no enmascaran el hecho de que con estos coches es tremendamente más complicado adelantar.

Mención aparte merece Carlos Sainz. El madrileño ha arriesgado en la salida al ser el único que ha montado neumáticos de seco. Ha sabido mantenerse en pista cuando el asfalto estaba delicado y después no ha cometido ningún error para acabar siendo el primero de los 'mortales' en una extraordinaria séptima plaza.

Dos carreras y las dos en los puntos. Octavo en Australia y séptimo en China, Sainz está aprovechando sus oportunidades con mano de hierro y el temple de todo un veterano. Tengo la sensación de que es una de esas carreras que hacen grande a un piloto, que le ponen en el escaparate y en este sentido la comparación de la carrera de Carlos con la de Raikkonen o Bottas, por poner un ejemplo, es brutal.

Por último, Fernando Alonso. Este hombre sorprende carrera tras carrera. Es capaz de sacar siempre el máximo rendimiento al coche y hoy en Shanghai lo ha vuelto a hacer, rodando desde la primera vuelta, en la que ya ha adelantado a cuatro coches, a su retirada en posición de puntos. El “milagro” que bautizó en Melbourne continúa. Ha dicho que se le rompió un palier en su McLaren y, lógicamente, están pagando el hecho de no haber podido hacer una pretemporada normal, pero Fernando demuestra día sí y día también que su motivación y compromiso están intactos.