Un Gran Premio de Singapur más abierto que nunca

La igualdad ha presidido la primera jornada del GP de Singapur, decimotercera prueba de la temporada, en la que los Mercedes no han gozado de la superioridad de anteriores grandes premios. Quedó patente en las dos primeras tandas de libres, la primera dominada por Nico Rosberg y la segunda por el ruso Daniil Kvyat, quien con los neumáticos más blandos marcó el mejor tiempo de la jornada (1:46.1).

En un momento crítico para Red Bull, que podría abandonar la F1 si no encuentra un motor competitivo para el futuro, este fin de semana disponen de una gran oportunidad para optar a las posiciones de honor, ocasión que también quieren aprovechar los hombres de Ferrari para poner en aprietos a los alemanes de Mercedes, que han sumado las doce poles disputadas, once para Lewis Hamilton.

Los entrenamientos han comenzado con el accidente del Manor del británico Will Stevens, que ha tocado el muro aunque con menores repercusiones que el accidente de su nuevo compañero de equipo, el estadounidense Alexander Rossi al final de la primera manga. El madrileño Carlos Sainz empezó sufriendo un pinchazo en su Toro Rosso, aunque después pudo continuar con normalidad la sesión.

Hay que destacar, por otro lado, la mejoría experimentada por el McLaren-Honda después del via crucis que les ha supuesto las carreras de Bélgica e Italia. Undécimo en la primera manga y octavo en la segunda, Fernando Alonso ha puesto de manifiesto que si la fiabilidad del monoplaza se lo permite podrá luchar por entrar de nuevo en los puntos en una carrera en la que la posición en la parrilla es determinante porque es tremendamente complicado adelantar. De todas formas, en Singapur la entrada de un coche de seguridad puede cambiar el escenario de forma dramática en cualquier momento.