Ferrari, un líder sorprendente pero muy sólido

Vettel y Ferrari lideran el Mundial después de cuatro carreras

Vettel y Ferrari lideran el Mundial después de cuatro carreras / afp

Josep Viaplana

Josep Viaplana

Sebastian Vettel y Ferrari llegan a Barcelona como sorprendentes líderes de un campeonato en el que ya se han disputado cuatro grandes premios y en el que están demostrando constancia, equilibrio, fiabilidad y una gran solidez. El alemán, que ha ganado en Australia y Bahrein y ha sido segundo en China y Rusia, donde también hizo la pole, espera consolidar su situación con la llegada de la F1 a Europa.

En los test de pretemporada, celebrados en Barcelona, ya hicieron el mejor tiempo a una vuelta y también fueron los más rápidos en simulacro de carrera, con lo que ya se esperaba un salto cualitativo en cuanto a prestaciones. La incógnita radicaba en si estarían a la altura de Mercedes o no, si se trataba solo de fuegos artificiales y, sobre todo, entender qué se estaban guardando los alemanes, que han dominado los tres últimos años. Ahora han disipado cualquier duda y le han puesto grandes dosis de emoción al campeonato.

Con la marcha de Fernando Alonso a finales de 2014, emprendiendo la enésima revolución en su staff, que se truncó con la fuga de James Allison, que ahora está en Mercedes, y los resultados de 2016, muy por debajo de las expectativas y viéndose superados también por Red Bull, en Ferrari estaban sumidos en una crisis profunda de credibilidad. El panorama ha cambiado tanto que hoy se presentan como candidatos al título.

Sebastian Vettel ha pasado de villano a héroe nacional y Mattia Binotto, que hace un par de años era el segundo del departamento de motores y ahora es el director técnico, el hombre que ha obrado el milagro gracias a su gran capacidad de gestión. Uno de los puntos fuertes del coche es su extraordinaria capacidad para gestionar las ruedas y su degradación. Ahí ha estado una de las claves de su excelente arranque de temporada, que contrasta con las dificultades de Lewis Hamilton para extraer el mejor rendimiento a los nuevos Pirelli.

En 2016 la diferencia entre Hamilton Vettel, el primer Mercedes y el primer Ferrari, primero y tercero en la parrilla respectivamente en Melbourne, era de ocho décimas en el GP de Australia. Este año fue solo de dos. En China se redujo de 8 a una décima, se mantuvo la diferencia de medio segundo en Bahrein y en Rusia, donde en 2016 Rosberg les metió 1,2, Vettel fue capaz de marcar la pole. En Barcelona la diferencia fue de 1.1. ¿A cuánto se reducirá? Esta drástica reducción de la ventaja de Mercedes a una vuelta es otra prueba de la mejoría que ha experimentado el bólido de Maranello, que a una vuelta sigue estando ligeramente por detrás. Su punto fuerte es el ritmo.

La clave de esta resurrección de Ferrari ha estado también en el perfil bajo que han adoptado este invierno, lejos de las declaraciones grandilocuentes que nos tenían acostumbrados sus dirigentes. Sergio Marchione, presidente de Ferrari, decidió confiar en la gente de la casa para construir el coche, trasladando al Reparto Corse muchos ingenieros que trabajaban en los modelos de serie.

Los ingenieros han podido trabajar con mayor libertad, nuevas ideas y aire fresco. Desde el primer momento se vio como el SF70H era un coche muy atrevido aerodinámicamente, que respondía bien a cualquier cambio en la puesta a punto y que la unidad de potencia, además de fiable, había mostrado progresos importantes en cuanto a rendimiento. Tres años de experiencia con los V6 híbridos les ha permitido sacar más potencia y las diferencias con el motor Mercedes se han reducido mucho. La FIA en un reciente estudio significó que están a la par.