Alonso: "Es un triunfo histórico. Igual duermo con el trofeo"

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Objetivo cumplido. Fernando Alonso ha saboreado como nunca su victoria en las 24 Horas de Le Mans, que ha calificado de "histórica" , a la altura de las gestas conseguidas por otros dos pilotos españoles que el asturiano aprecia: "Es un día importante, quizás histórico. Después de la victoria de Marc Gené en absoluta y de Antonio García en GT, volver a tener la bandera de España en el podio es importante".

Alonso ha reconocido que a nivel personal "después de unirme a esta aventura y de correr las 500 Millas de Indianápolis el pasado año, ser competitivo ante pilotos especialistas del Mundial de resistencia me hace sentir muy orgulloso. Intento explotar la capacidad que tengo para adaptarme a los coches. Igual duermo con el trofeo, como ya hice con el de Spa", ha asegurado.

El bicampeón mundial de Fórmula 1 ha resumido así las 24 Horas de máxima intensidad que les han llevado a él y sus compañero Nakajima y Buemi (Toyota #8) al triunfo en la categoría reina de Le Mans: "Bueno, hubo un momento por la noche de cierto desconcierto. Íbamos bien pero las posiciones estaban medio congeladas para que no hubiese lucha entre los dos Toyota y de repente tuvimos un coche de seguridad en el que perdimos 40 segundos, luego una penalización por las banderas amarillas y nos vimos dos minutos y medio detrás y hubo algo de pánico. Pero coincidió que me tocó a mí ese relevo, de noche cae un poco la temperatura de los neumáticos, yo los suelo calentar un poco más que ellos, les saco más rendimiento y nuestro coche iba un poco mejor en condiciones frías. El set up era para un Le Mans frío y nos ayudó".

Alonso ha querido insistir en atribuir la victoria a Toyota, destacando la labor conjunta de un equipo en el que él es la punta de lanza: "Me siento orgulloso por el trabajo que hicimos, la preparación para llegar a un campeonato y un sistema nuevos siendo competitivo, pero es un trabajo de seis o siete pilotos para que ganemos hoy. Los que nos metimos 36 horas de test en Aragón, estando juntos, comiendo juntos, ganando a la Play juntos... que ganase el coche 7 o el 8 era una casualidad de la carrera".

Fernando ha dejado claro que no todos los pilotos pueden 'llegar y besar el santo' en una carrera tan prestigiosa y complicada como la de Le Mans, en la que influyen muchos factores: "Al final ganamos por poco, por algún segundo de margen y porque en la noche iba un pelín mejor y en el día iba igual. Es muy fácil cometer un error, tocar la hierba... no es sólo llegar aquí y ganar porque si no lo haría cualquiera, hay que ejecutar la carrera como te dicen los ingenieros, utilizar el sistema híbrido bien, estudiar todo y dedicarle mucho tiempo".

La 'Triple Corona' -ganar la F1 en Mónaco, Le Mans y las 500 Millas de Indianápolis-, sigue siendo el gran sueño de Alonso y ahora está más cerca: "Es un objetivo muy atractivo porque solo lo logró un piloto y yo además busco el Mundial de Resistencia, así que sería una triple corona más triple aún", ha destacado el asturiano, al que solo se le resiste ya la victoria en Indinanápolis, donde debutó con brillo pero tuvo que retirarse por un fallo técnico.

"Cuando ya tienes Le Mans, y sólo falta una victoria, pues el reto te llama un poco más. No me siento liberado, porque no me lo juego todo a una carta pero sí estoy contento del trabajo bien hecho, de todo lo que le pones hasta físicamente. Haces tres grandes premios, te bajas y no tienes 15 días para descansar, sólo cuatro horas y subes, es duro física y psicológicamente, muy especial, es muy parecido a ganar un Mundial", ha valorado.

Alonso se ha despedido sin aclarar su futuro en la F1 -"lo decidiré tras el verano"- , ha dicho. Y ha acabado en tono reivindicativo: "Cuando puedo gano y cuando no puedo lo intento, lo que nunca hago es rendirme. No quiero hablar ahora de la F1 porque no he hay nada que decir y no quiero que enturbie esta gran victoria".