Tsitsipas se convierte en 'Maestro'

Tsitsipas posa con el trofeo de campeón

Tsitsipas posa con el trofeo de campeón / AFP.

David Boti

David Boti

Stefanos Tsitsipas lo tiene todo para ser uno de los grandes dominadores del circuito ATP en un futuro no demasiado lejano. En la Copa de Maestros de Londres lo corroboró. Se llevó una intensa final ante un abatido Dominic Thiem (6-7(6), 6-2 y 7-6(4)). Lo hizo, además, remontando y dejando claro que no es de los que tiran la toalla con facilidad y que tiene un talento que impresiona. 

Thiem, más acostumbrado a pisar este tipo de escenarios en las grandes citas, demostró de inicio mayor solidez con su juego, especialmente, con su revés en el día que se citaban dos de los tenistas que ejecutan ese golpe a una mano. La igualdad de la final era palpable y se mantuvo hasta el ‘tie break’. Allí, un entonado Dominic golpeaba primero. Con un saque directo se adjudicaba el primer set. Y no era una ventaja cualquiera. De todas las finales que ha disputado, el austríaco solo había perdido una tras apuntarse la primera manga a su favor. Fue, precisamente, su primera final ATP en Kitzbuhel en la edición de 2014.

REACCIÓN DE CAMPEÓN

Pero en Londres se topó con un tipo al que le cuesta mucho hincar la rodilla. Tsitsipas reaccionó como buen batallador que es. Dos roturas consecutivas le encarrilaron el parcial y le permitieron seguir soñando con el título de campeón. En ese segundo set, el griego ganó 16 de los 18 puntos que realizó con su saque. Impidió que Thiem cerrase la final y, de paso, metía las dudas en el cuerpo del austríaco.

El guion del tercero fue parecido al del segundo, pero con un pequeño matiz diferencial. Thiem también quería su parte de protagonismo. Empezó 3-1 arriba el de Atenas y remontó el austríaco que llegó a colocarse a cuatro puntos del trofeo. La final, como no podía de ser de otra forma visto lo visto, se decidió de nuevo en la muerte súbita. Los dos protagonistas pusieron en pie a los aficionados que abarrotaron las gradas del O2 en el tramo final, pero fue 'Stef' el menos errático. Un segundo saque muy abierto provocaba el error no forzado de Thiem y, al mismo tiempo, la locura absoluta del heleno que acababa de ganar el torneo más importante de su corta carrera.  

ROMPIENDO MOLDES

Con solo 21 años, su hazaña en Londres le convierte en el tenista más joven en ganar el título en las Finales ATP desde 2001 y también en el debutante más joven que lo logra desde 1978. Este chico tiene cuerda para rato y, en 2020, será candidato a todo incluso a cualquiera de los cuatro Grand Slams. De momento, Tsitsipas ya es 'Maestro'.