Samitier: predestinado a jugar en el Barça

Su abuelo, amigo del ‘barraquer’ Manuel Torres, encargado de cuidar el campo, lo llevaba a ver los partidos

Firmó con 17 años, a cambio de trabajo y ser titular; el club le regaló un reloj de pulsera con esfera luminosa

José Samitier, el 'Hombre Langosta' del Barça

José Samitier, el 'Hombre Langosta' del Barça / SPORT.es

David Salinas

David Salinas

El Barça echó el ojo a Josep Samitier Vilalta cuando jugaba en el Internacional, un equipo de la barriada de Sants. Tenía solo 17 años y ya se hablaba de él como un fuera de serie. Aseguraban que, por el aura que irradiaba, hubiera triunfado en cualquier faceta profesional. Lo hizo en el fútbol y para romper moldes.

Samitier siempre confesó que jugó por “pura afición” y “sin ambicionar nada. No podía soñar tan siquiera que algún día me designasen para ocupar un puesto en un primer equipo”.

Estaba predestinado a jugar en el Barça por acudir regularmente al feudo azulgrana en compañía de su abuelo, amigo del ‘barraquer’ Manuel Torres, encargado de cuidar del campo. “Me sentía más enraizado a los colores del Barcelona, que me parecían ya casi como cosa propia”, aseguró en sus memorias.

Antes de ficharlo, el Barça puso a prueba a Samitier en un partido contra una selección de los países aliados en el que también debutó Ricardo Zamora. El equipo azulgrana se impuso 2-0 y uno de los goles llevó su firma. Examen superado.

Condiciones

Samitier, dando ya muestras de su personalidad, no se lo puso fácil al Barça para firmar e impuso sus condiciones: trabajo y jugar siempre en el primer equipo. Fue complacido en ambas demandas: colocado en el negocio del presidente Ricard Graells, con un suelo de 350 pesetas, y siempre fue titular.

También fue premiado con un reloj de pulsera con esfera luminosa. “Y para que me hiciese cargo tanto del valor como de la novedad del obsequio, me indicaron el precio, a la vez que me hacían entrar en una habitación completamente a oscuras para enseñarme que me permitía distinguir la hora incluso por las noches, sin necesidad de encender la luz”, explicó.

Samitier, de todas formas, aseguró que “sin este pequeño regalo igualmente hubiese firmado por el Barcelona. Fue siempre el club de mis grandes amores”.

A partir de ahí, la ascensión de Samitier, apodado el ‘Home Llagosta’ por su poderoso salto, fue imparable. También conoció el éxito en el FC Barcelona como entrenador y secretario técnico.