Henry: Más vale tarde que nunca

Subió al tren del Barça con un año de retraso y fue imprescindible en la consecución del histórico sextete

Llegó al Camp Nou con la etiqueta de 'megacrack'; su sacrificio, actitud y 'savoir faire' fueron totalmente intachables

Henry: Más vale tarde que nunca

Henry: Más vale tarde que nunca / sport

Adrià Fernández

Adrià Fernández

La noche del 17 de mayo de 2006 marcó un antes y un después en nuestro protagonista. Barça y Arsenal se enfrentaban en la final de la Champions y Thierry Henry quería culminar, de la mano de Arsène Wenger, el proyecto deportivo de los ‘gunner’ en su país natal. El delantero se topó con muro llamado Víctor Valdés y los blaugrana tocaron el cielo europeo por segunda vez en su historia.

Todo estaba atado para que ‘Titi’ vistiese la camiseta del Barça el curso siguiente, pero mientras el equipo celebraba el éxito continental en una discoteca situada en el Bois de Boulonge, el francés llamó a Ferran Soriano para comunicarle que se desdecía del principio de acuerdo por su traspaso. Dos días después anunció que renovaba con el Arsenal hasta 2010. Una decisión de la que se arrepintió a los cuatro meses y su abogado llamó al vicepresidente económico del Barça para retomar las negociaciones.

Con un año de retraso, Henry se subió al tren blaugrana en busca de lo que el Arsenal no le pudo ofrecer durante ocho años: la tan ansiada Champions. Durante una temporada formó parte de los ‘cuatro fantásticos’, junto a Ronaldinho, Eto’o y Messi, aunque la llegada de Guardiola al banquillo revolucionó el equipo y fulminó aquella delantera de película.

Llegó con 30 años y tuvo una adaptación futbolística complicada, pero nunca se rindió. Llegó con el cartel de megacrack, pero supo adaptarse a un nuevo fútbol donde él no era la estrella. La libertad que tenía en el Arsenal, la perdió en el Barça, jugando escorado a la banda izquierda. Pero su intachable actitud, sumada a su ‘savoir faire’, su clase y su rendimiento enamoraron a todos los culés. ‘Merci, monsieur!’.