Dani Alves: un 'loco' irremplazable

Desde que llegó en 2008, el Barça no ha encontrado un lateral derecho que hay hecho olvidar el legado del brasileño

En noviembre regresó, de la mano de Xavi, para revitalizar a un equipo hundido: segundas partes no siempre fueron malas

Dani Alves: un 'loco' irremplazable

Desde que Dani Alves llegó en 2008, el Barça no ha encontrado un lateral derecho que hay hecho olvidar el legado del brasileño. /

Adrià Fernández

Adrià Fernández

Fue el fichaje estrella del verano de 2008, la temporada de la revolución de Pep Guardiola. El brasileño cambió la hegemonía de aquel primer Sevilla campeón por un Barça hundido y en plena reconstrucción. Sin ningún tipo de titubeo, asumió los galones y formó una sociedad de escándalo en la banda derecha, junto a Xavi Hernández en el interior y Leo Messi en el extremo del ataque.

La historia del Barça no se puede entender sin Dani Alves, y viceversa. Situado en el lateral, fue un engranaje imprescindible para que el motor blaugrana alcanzase el Olimpo del fútbol con la consecución del histórico sextete en 2009, además del triplete de 2015. Tal es su huella en el club blaugrana que ocupa la sexta plaza de los futbolista de la historia del Barça con más títulos (23) y el 13º con más partidos disputados (408).

De hecho, desde su salida en 2016, varios han sido los futbolistas que han intentado -sin éxito- ocupar el lateral derecho del Camp Nou y hacer olvidar el legado del brasileño; pero la sombra de Alves es eterna y ni Douglas, Aleix Vidal, Semedo, Wagué, Dest o Emerson han logrado reemplazar a ‘the good crazy’.

Un lustro después de su despedida entre lágrimas y de seguir engordando su legendario palmarés hasta situarse como el futbolista con más títulos de la historia del fútbol (43), se produjo ‘The Last Dance’. Tal y como hizo Michael Jordan con los Chicago Bulls en 1995, Alves regresó a un Barça que estaba resucitando. La llegada de Xavi al banquillo del Camp Nou estuvo acompañada del brasileño con el claro objetivo de devolverle la sonrisa a un equipo gris y plano, pero también para añadir picante sobre el verde.

El flamante campeón de los Juegos Olímpicos llegó como agente libre en noviembre, pero no pudo debutar hasta enero. Desde entonces, se convirtió en el amo y señor del lateral derecho con 39 años. Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Y Alves se despidió definitivamente de Barcelona hace un mes con el objetivo de seguir sumando minutos para poder ir con Brasil al Mundial de Catar. A vueltas con su irremplazable herencia.