Bakero, el desembarco del norte

Con 354 partidos y 94 tantos, se convirtió en una pieza clave del 'Dream Team' construido por Johan Cruyff

Su gol en Kaiserlautern ha quedado grabado en la memoria colectiva culé, ya que abrió el camino de la primera Copa de Europa en Wembley

Baquero, el desembarco del norte

Bakero, el desembarco del norte / sport

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Johan Cruyff firmó como entrenador del Barça el 4 de mayo de 1988. El contrato era por una sola temporada, aunque acabaría dirigiendo a la primera plantilla blaugrana durante ocho años, tiempo en el que cambió para siempre la historia y, sobre todo, la mentalidad de un club derrotista. Lo hizo a su manera, no sabía hacerlo de otra. 

Aquel verano se unieron a su proyecto tres futbolistas llegados de la Real Sociedad: López Rekarte, Txiki Begiristain y José Mari Bakero. También firmó Julio Salinas, procedente del Atlético y formado en el Athletic. Todos ellos se unieron a Zubizarreta y Alexanko, que ya formaban parte del equipo. Urruti se marchó ese mismo verano. El Dream Team iniciaba su leyenda de la mano de un nutrido grupo de futbolistas llegados del norte. A Cruyff le seducía, obviamente, su talento, pero también su carácter aguerrido y competitividad. Acertó de pleno.

El Barça pagó 600.000 pesetas por los tres jugadores ‘txuri-urdin’ y Bakero tardó muy poco en convertirse en una pieza imprescindible para el sistema que impuso el técnico holandés. Con el ‘6’ a la espalda y la melena despeinada, era el nexo de unión entre el centro del campo y la delantera, casi siempre jugando de espaldas a la portería rival, lo que le valió ser conocido en el Camp Nou, no siempre con buenas intenciones, con apodos que recordaban su tendencia a jugar hacia atrás. Nada que no estuviera previsto en el guión de quien mandaba desde el banquillo.

Bakero jugó 345 partidos con la camiseta del Barça y marcó 94 goles, así que potencial ofensivo no le faltaba. De todos esos goles, uno sigue grabado en la memoria colectiva de la afición culé para siempre, al mismo nivel que el gol de Iniesta en Stamford Bridge y solo un peldaño por debajo del de Ronald Koeman en Wembley.

El 5 de noviembre de 1991, tras ganar 2-0 en la ida de la segunda ronda de la Copa de Europa, el Kaiserlautern ganaba en casa 3-0 y el Barça estaba eliminado. Hasta que Bakero, de 1,72, se elevó hasta el cielo para cabecear a la red y aplanar el camino hacia Wembley.