Los Wolves pasan sufriendo y el Sevilla será su rival

Adama ya espera al Sevilla en cuartos

Los Wolves baten a olympiacos en una de las eliminatoriass más igualadas del retorno de la Europa League / MEDIAPRO

Lucas Cadete

Los Wolverhampton Wanderers están en cuartos de final tras dejar en la cuneta a Olympiacos. Pero los de Nuno sufrieron más de la cuenta, en un partido que se les hizo terriblemente largo. Raúl Jiménez marcó muy pronto en un penalti que regaló el meta Allain a los Wolves, pero poco a poco el cuadro heleno se subió a las barbas de los locales. 

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UEFA Europa League

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Alineaciones
Wolverhampton Wanderers
Rui Patrício; Boly, Coady, Saiss; Doherty, Neves, Moutinho, Jonny (Vinagre, 17'); Traoré (Jota, 57'), Jiménez, Podence (Dendoncker, 71').
Olympiacos
Allain; El-Abdellaoui, Ba, Cissé, Tsimikas; Bouchalakis (Fortounis, 46'), Guilherme (Cafú, 82'), Camara (Hassan, 65'); Valbuena, El-Arabi, Masouras (Randjelovic, 46').

El VAR echó una mano a los ingleses anulando una diana a Camara sobre la media hora por un fuera de juego cuestión de micras, y después las paradas de Rui Patrício salvaron la contienda para unos 'lobos' con piel de cordero.

Salieron a por todas los Wolves de Nuno, y antes del primer minuto de juego Raúl Jiménez enganchaba una volea que se perdía a medio palmo del poste heleno. Pero enseguida llegaría el gol inglés, en un regalo ridículo del cancerbero Allain. 

Y es que el meta de Olympiacos quiso controlar un balón, se le escapó en largo -no es Messi con los pies- y derribó groseramente a Podence en su pugna por llegar al esférico. Obsequio que Raúl Jiménez no desaprovechó, uno a cero y los ingleses en ventaja.

Habían salido a por todas los de las West Midlands, pero la lesión de Jonny Otto, él solo en un apoyo y muy mal aspecto, les desconectó del encuentro. Así, reaccionaban los del Pireo con un primer aviso de Tsimikas entrando por el carril izquierdo, zapatazo y paradón de Rui Patrício.

A los 28 minutos salvó el VAR a los de Nuno Espírito Santo, ya que una diana de Camara era anulada a posteriori por fuera de juego milimétrico de El-Arabi. Enfado mayúsculo en la expedición rojiblanca, pero la diana que no subía al marcador.

Poco después era Cissé quien no llegaba a un remate franco en el segundo palo, nuevo susto visitante, con respuesta de los de Molineux en una 'rabona' de Raúl Jiménez desde fuera del área con su diestra que se marchó alto. Recurso, delicatessen, pero sin eficiencia. Casi al descanso, Allain acertaba esta vez atrapando el chupinazo de Neves.

Cambios ofensivos de Pedro Martins en los griegos, que apretaban el acelerador en busca de igualar la eliminatoria. En un centro desde la derecha, polémica cuando El Arabi pedía penalty tras un remate de cabeza muy forzado.

El mejor momento de los Wolves en la reanudación se plasmó en dos opciones claras, a la hora de juego un trallazo de Podence que sacó Allain en una fenomenal intervención, y minutos después un rechace en el área helena al que no llegó Boly por centímetros. 

Pero era Olympiacos quien mandaba en el rectángulo verde de Molineux. Una jugada de crack de Fortounis la remataba fuera a la media vuelta El Arabi en una nueva opción visitante. El encuentro era un verdadero monólogo de Olympiacos. 

Pero las intentonas del campeón de Grecia morían en la seguridad defensiva de los Wanderers. Un error de Ba en la salida del balón casi sentencia el pase inglés, salvando el meta Allain en el mano a mano ante Jota. En el área de enfrente, polémica con los rojiblancos pidiendo una mano -no lo pareció- en acción con tiro final de Guilherme apenas tres dedos por encima del larguero.

A diez del noventa, el paradón de Ruiz Patrício salvaba el cabezazo a bocajarro de Hassan Koka. Opción inmejorable, manos a la cabeza en los del Pireo. Eso sí, los huecos en la zaga griega eran ya agujeros negros y Moutinho probaba fortuna desde lejos, sin puntería.

Angustiosos los minutos finales en ambos bandos. Ya sobre el noventa, El-Abdellaoui estrellaba su zapatazo en el lateral de la red mientras a Nuno no le llegaba la camisa al cuerpo. El pitido final selló el alivio inglés y su pase a cuartos. En Duisburgo ya espera el Sevilla.