El 'Submarino Amarillo' surca los cielos hasta una final histórica

El conjunto de Unai Emery empató 0-0 en el Emirates e hizo bueno el 2-1 de la ida

Tras controlar el primer acto, el cuadro 'groguet' supo sufrir en el agónico desenlace

¡A la final! El Villarreal aguanta ante el Arsenal y logra su primera final europea

¡A la final! El Villarreal aguanta ante el Arsenal y logra su primera final europea / MEDIAPRO

X. Serrano

El fútbol a veces da una segunda oportunidad. Y hasta una quinta. Recordaba recientemente Pau Torres que en 2006 acabó llorando en la grada de El Madrigal cuando Lehman paró aquel imborrable penalti a Riquelme. Quince años después, y tras cuatro intentos fallidos, el central y su Villarreal jugarán la primera final europea en la historia del club.

Arsenal - Villarreal

Europa League

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Alineaciones
Arsenal
Leno; Bellerín (Nketiah, 90'), Holding, Marí, Tierney (Willian, 80'); Partey; Pépé, Smith Rowe, Odegaard (Martinelli, 66'), Saka; y Aubameyang (Lacazette, 80').
Villarreal
Rulli; Mario Gaspar, Albiol, Pau, Pedraza (Alberto Moreno, 90'); Parejo, Coquelin, Trigueros; Chukwueze (Pino, 29') (Moi Gómez, 90'), Paco Alcácer (Bacca, 72') y Gerard Moreno.

El cuadro 'groguet' hizo bueno el 2-1 de la ida en un partido titánico, un derroche coral que llevó a sus hinchas al borde del infarto. Con dos tiros de Aubameyang al palo. Pero el 'Submarino' resistió. Controló el primer tiempo y supo sufrir en el segundo para amarrar en el Emirates un 0-0 que el 26 de mayo lo llevará hasta Gdansk (Polonia) para medirse al Manchester United en la final de la Europa League.

Un Villarreal muy sólido y fiel a su estilo

Unai Emery apostó por el once esperado. Solo dos cambios obligados respecto a la ida, Gaspar por el lesionado Foyth y Coquelin en el lugar del sancionado Capoue. Pero la duda no era tanto la forma como el fondo. Si el técnico de Hondarriba saldría a ser protagonista con el balón o a replegarse, lo que en la ida permitió al Arsenal crecer hasta acariciar el empate.

Más cambió el equipo de Mikel Arteta. Entraron en los laterales Bellerín y Tierney, mientras que respondió a la ausencia del sancionado Ceballos con un once muy ofensivo. Thomas como único pivote y por delante Pépé, Smith-Rowe, Odegaard, Saka y Aubameyang. Tras superar la malaria, el francogabonés regresaba a la titularidad como máxima amenaza 'gunner'.

Bastaron cinco minutos para comprobar que el Villarreal iba a ser fiel a su estilo. Valiente. Salió a morder a los centrales, incómodos, obligados a rifar el balón sin un especialista en la salida. Un arranque impetuoso que pudo sublimar Chukwueze en un latigazo con comba que salvó Leno. Un Leno que, poco después, sufrió para rechazar un regalo envenenado de Thomas.

Pese a la desafortunada lesión de Chukwueze sobre la media hora, en líneas generales el Villarreal estaba cómodo en el partido. Sobrio en la salida de balón, con Parejo como metrónomo, y solidario en la presión. Un esfuerzo coral que impidió correr al Arsenal o activar a sus atacantes.

Aun así, Aubameyang pudo abrir la lata en dos chispazos que descubrieron las debilidades del cuadro 'groguet' cerca de su arco. En un córner por dos veces despejado en falso, el francogabonés conectó una volea que escupió el poste. Y minutos después probó un disparo centrado, 'a priori' inofensivo, que se le escurrió entre las piernas a un Rulli. Evitó el desastre a un palmo de la línea de gol.

Resistencia heroica de los de Emery

El partido se puso peligroso tras el paso por vestuarios. Pépé rozó el palo tras un buen pase filtrado de Tierney y Smith Rowe, después de una salida errática de Rulli, remató sin portero cerca de la escuadra. Se imponía un eléctrico ida y vuelta que, por mucho que permitiera a Gerard tirar mansamente a las manos de Leno, no convenía al Villarreal. El Arsenal pisaba mucho más línea de fondo.

Supo reaccionar el equipo de Emery. Sacó el partido de las brasas para ponerlo en el congelador. Posesiones largas, la batuta a Parejo y que corriera el crono. La única amenaza, la más peligrosa, era el marcador. Cualquier error podía ser fatal. Y entre el vértigo y un Arsenal lanzado a tumba abierta, al Villarreal le tocó apretar los dientes.

A más de uno se le paró el corazón cuando Aubameyang cabeceó al poste. Y aún faltaban diez minutos, que pasaron como diez siglos para un Villarreal encerrado en su área. Que supo sufrir como lo que es, como lo que se ha ganado ser sobre el terreno de juego, el finalista de la Europa League. Atrás quedaron las lágrimas de rabia y frustración. Ahora son de alegría. Pueden sonreír Pau Torres y toda la hinchada castellonense. El Villarreal ha hecho historia.