Ocampos deja la Sexta a dos pasos

Con este gol Ocampos metió al Sevilla de cabeza en las semis

Con este gol Ocampos metió al Sevilla de cabeza en las semis / MEDIAPRO

Alba López

Es el Sevilla de Lopetegui un equipo de autor, construido a imagen y semejanza del técnico vasco, cuyo paso por las arenas movedizas de la selección española y el Real Madrid le sirvió para madurar su idea futbolística. La misma que ha permitido al conjunto nervionense finalizar cuarto en la Liga empatado a puntos con el tercer clasificado, el Atlético de Madrid, y la misma que mantiene vivo el sueño de todo el sevillismo: la sexta Europa League. La victoria de hoy ante el Wolverhampton fue un pasito más en el camino. Un paso corto y sufrido, porque no fue hasta el minuto 88 cuando Ocampos consiguió acabar con la resistencia de la manada y sellar el pase. Ahora espera el Manchester United en semifinales. La gloria está a tocar.

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Europa League

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Alineaciones
Wolverhampton
Rui Patrício; Doherty, Boly, Coady, Saïss, Vinagre; Moutinho (Pedro Neto, 70'), Dendoncker, Neves; Adama (Jota, 78'), Raúl Jiménez.
Sevilla
Bono; Jesús Navas, Koundé, Diego Carlos, Reguilón; Fernando, Jordán (Vázquez, 84'); Suso (Munir (89'), Banega, Ocampos; En-Nesyri (Luuk de Jong, 84).

Se presumían rotaciones en el once de Lopetegui tras el exigente partido disputado ante la Roma el pasado jueves, pero sorprendió el guipuzcoano volviendo a confiar en los mismos hombres para medirse al Wolverhampton. Incluido Suso, que ese día no estuvo especialmente inspirado pero es uno de los ojitos derechos del técnico y dispuso de otra oportunidad en la zona derecha del ataque hispalense.

Fue el exblaugrana Adama, sin embargo, el verdadero protagonista del arranque del encuentro. Su portentoso físico desequilibró el duelo en los primeros minutos. Y no halló remedio la zaga de los de Nervión para su velocidad. Un penalti provocado por el delantero de La Florida tras una cabalgada marca de la casa a los diez minutos de juego pudo cambiar el guión, pero Bono adivinó las intenciones de Raúl Jiménez desde los once metros y el toque de atención sirvió al Sevilla para despertar de su letargo. Era el primer penalti que fallaba el delantero mexicano en un partido oficial de clubes tras haber convertido 21 de manera consecutiva. Lo había avisado Lopetegui en la previa por activa y por pasiva: si concedes regalos, el Wolverhampton te puede matar a la contra.

VINAGRE, UN FLAN

A través de Jesús Navas, no obstante, comenzaron a crecer los hispalenses en el partido. Surtieron efecto los gritos de Julen desde la banda y por el lado de Vinagre se encontró el Sevilla con una autopista libre de peajes. El portugués había entrado en el once de los 'wolves' por el lesionado Jonny Otto y no tardó en detectar el conjunto blanquirrojo que salió hecho un flan.

Aun así, todo el bagaje ofensivo del Sevilla en la primera parte fue un disparo con el interior del pie de Ocampos desde el vértice del área que se marchó rozando el palo largo de la portería de Rui Patrício. Por lo demás, mucho ruido y pocas nueces. Banega no consiguió activarse entre líneas y, con el argentino desconectado, el ataque careció de su mejor surtidor.

ACOSO Y DERRIBO

El cambio de chip del Sevilla llegó tras el descanso, con la permuta de posiciones entre Ocampos En-Nesyri. La treta de Lopetegui sacó de punto a los 'wolves' y a punto estuvo de aprovecharlo Jordán llegando desde atrás. Pero cuando el centrocampista catalán armaba el remate apareció un defensa inglés para rebañarle el balón en última instancia.

Tocaban a rebato los hispalenses y se olía el gol, que tuvo en sus botas primero En-Nesyri y después Koundé en su cabeza. La solución que encontró un viejo conocido de LaLiga como Nuno para frenar la sangría fue defenderse atacando y dio entrada a Pedro Neto por Moutinho.

Por aquel entonces, el acoso y derribo sobre la portería de Rui Patrício ya era total. Aunque el gol se hacía de rogar. Frotó su lámpara mágica Banega a balón parado. Agua. Insistió a la salida de un saque de esquina En-Nesyri. Agua. Movió su banquillo Lopetegui para meter en el campo a Vázquez Luuk de Jong. Agua. Hasta que apareció Ocampos a tres minutos del final para remachar a la red con la testa y un giro de cuello precioso el balón templadito que había colgado el prestidigitador Banega en el área. Era punto, set y partido. Ahora espera el Manchester United en semifinales. Recordemos que siempre que el Sevilla alcanzó los cuartos de final en la Europa League salió campeón.