La polémica con el dron de la Europa League recuerda a un caso sucedido en 2014

Ramón Fuentes

El dron que apareció y obligó a detener temporalmente el Dudeland - Qarabag, clubes de Luxemburgo y Azerbaiyán respectivamente, correspondiente a la segunda jornada de la fase de grupos de la Europa League no es el primer caso donde política y fútbol chocan de manera desagradable. Existe un precedente, dado en 2014, durante un Serbia - Albania de clasificación para la Eurocopa 2016. 

Ambos incidentes son, cuanto menos, similares entre si. En los dos casos el partido que se disputaba se tuvo que detener debido a la presencia de un dron portando una bandera con un evidente significado político. Sin embargo, mientras que finalmente el partido disputado en Luxemburgo se pudo reanudar sin más incidencias, finalizando con victoria visitante 1-4, el arbitro del Serbia - Albania se vio obligado a suspender el encuentro debido a los enfrentamientos entre jugadores, las bengalas y un intento de invasión de campo por los aficionados serbios. 

La bandera que provocó toda la polémica del partido disputado en el campo del Partizán fue la de la denominada Gran Albania, lo que enfadó a la afición local. El máximo momento de crispación surgió cuando el serbio Stefan Mitrovic recogió la bandera para bajar el aparato, pues varios jugadores albaneses empezaron a empujarle, formándose una gran tangana, obligando al árbitro primero a detener y luego suspender el encuentro. 

En ese caso, el Comité de Control, Ética y Disciplina de la UEFA sancionó duramente a Serbia, dándole el partido por perdido (pese a que cuando se detuvo en el minuto 41 vencía por 3-0) y forzándole a disputar sus dos siguientes partidos de local a puerta cerrada. Además, ambas Federaciones recibieron una multa de 100.000 euros. 

Lo sucedido en Luxemburgo no tuvo unas consecuencias tan graves como las ya mencionadas, aunque el incidente resultó igualmente desagradable. En este caso, el dron portaba la bandera de la República de Artsaj (antigua República del Alto Karabaj),  una zona que mantiene el conflicto por su soberanía entre Armenia y Azerbaiyán. La zona en cuestión en origen era azerí pero con mayoría étnica armenia y actualmente se encuentra ocupada militarmente por tropas armenias en un conflicto que ya supera los 30 años de duración.

Los jugadores del Qarabag se negaron a seguir jugando debido a que el equipo es originario de la ciudad de Agdam, actualmente una ciudad fantasma por el conflicto citado y que se ha quedado en medio de una "república" solo reconocida por Armenia, cuya bandera fue la vista durante el encuentro. 

Finalmente el partido se pudo reanudar, aunque ahora falta por ver que medidas tomará la UEFA, pues la obligación de detener el encuentro puede suponer una sanción para el club luxemburgués por sus, si así se consideran, pobres medidas de seguridad.