Payet coge las riendas de un OM que acaricia la final

Thauvin abrió la lata con un cabezazo en el segundo palo

Thauvin abrió la lata con un cabezazo en el segundo palo. / AFP

Nil Baños

Efectividad total del OM en la ida de semifinales. Los franceses cortaron las alas a un Red Bull Salzburgo que deberá vivir otra noche épica si quiere estar en la final de Lyon.

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Europa League

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Alineaciones
Marsella
Pelé; Sarr, Rami, Luiz Gustavo, Amavi; López (Clinton, 60'), Sanson; Thauvin (Germain, 81'), Payet, Ocampos (Zambo Anguissa, 52'); Mitroglou.
Salzburgo
Walke; Lainer, Ramalho, Caleta-Car, Ulmer; Haidara (Yabo, 81'), Samassekou, Wolf (Schlager, 68'), Berisha; Hwang (Gulbrandsen, 60'), Dabbur.

El Olympique de Marsella salió a por todas, conocedor que un buen resultado en el Vélodrome suponía medio pasaporte hacia la finalísima. El ambiente en las gradas era magnífico, con la bulliciosa afición llevando en volandas a los suyos. Los galos presionaron de inicia a un Salzburgo que se vio apabullado en los primeros compases del encuentro.

El OM merodeó el área austríaca sobre todo a balón parado. Payet puso un pase raso a Mitroglou en jugada de estrategia en la primera de las faltas peligrosas de las que dispusieron los de Rudi García. A pesar del buen tiro del ariete griego la jugada quedó invalidada por posición antirreglamentaria. En la segunda llegaría el gol. Payet cruzó un centro medido y muy peligroso para que Thauvin en el segundo palo metiera la testa. Primera llegada y adentro.

El cuadro del centro de Europa no encontró en el primer tiempo la verticalidad para neutralizar la renta local. Las dos ocasiones más destacables llegaron a cargo de los laterales. Primero lo intentó Lainer tras una buena jugada personal. Ya casi en el descanso, Ulmer lo probó con un tiro lejano. 

El guión perfecto

El plan no le pudo salir mejor a Rudi García. El OM cedió la iniciativa deliberadamente a su adversario. Los austriacos picaron y se volcaron en pos del empate. Llegó entonces el zarpazo definitivo de los marselleses.Transición rápida desde la defensa y Payet que le pone un caramelo a Clinton. Segunda llegada con peligro y 2-0.

El Salzburgo pudo recortar distancias por mediación de Gulbrandsen, pero su remate se topó con la madera. Los autriacos deberán tirar de épica de nuevo.