El Inter pasa a octavos por la vía rápida

El Inter sentencia sin problemas la eliminatoria con un imperial Perisic

El Inter sentencia sin problemas la eliminatoria con un imperial Perisic / MEDIAPRO

Francesc Ripoll

Plácida noche en Milán donde los italianos pasaron por encima de un Rapid de Viena indefenso y sellaron su pase a octavos de final. Vecino y Ranocchia en la primera y Perisic y Politano en la segunda fueron los encargados de anotar en un choque que resolvieron sin escasos problemas.

118697

Europa League

4
0
Alineaciones
Inter Milán
Handanovic; Soares, Ranocchia, Skriniar (Miranda, 77'), Asamoah; Vecino, Brozovic (Borja Valero, 62'), Candreva, Perisic, Nainggolan; Lautaro Martínez (Politano, 66').
Rapid Viena
Strebinger; Marvin, Mario Sonn, Hofmann, Boling (Schobesberger, 75'); Grahovac, Ljubicic, Murg, Knassmüllner (Schwab, 64'), Andrei (Müldür, 64'); Pavlovic.

No quiso ningún tipo de problema el Inter, pues ya se sabe que en la Europa League puede pasar cualquier cosa. Pero Spalletti ya hizo interiorizar a los suyos que debían estar en octavos sí o sí. Así que se lo tomaron al pie de la letra. Jugados poco más de diez minutos, Vecino aprovechó un mal contacto con el balón de su compañero para empalmar el rechace y enviar el balón al fondo de las mallas, ajustadísimo al palo izquierdo.

Lejos de quedarse satisfechos, los 'neroazzurris' no quitaron el pie del acelerador y pronto llegó el segundo, esta vez obra de Ranocchia. El central se puso el traje de delantero y remató al aire un balón despejado. Su volea, cruzada, fue imparable para Strebinger, que recogía el cuero de su portería por segunda vez en 20 minutos.

Pavlovic tuvo en sus botas la posibilidad de recortar distancias en el luminoso, pero tras su fallo en el área pequeña, las oportunidades de remontar se desvanecían.

La segunda mitad amaneció con todo sentenciado, aunque el conjunto austríaco buscó tímidamente el tanto del honor. Más cerca lo tuvo el Inter cuando Perisic, tras una excelente jugada individual, engatilló un zurdazo que se marchó lamiendo la madera.

Pero el croata avisa una vez, no dos. Tras una contra, él mismo se zafó del portero y picó el balón para que fuera imposible de interceptar. Gol de bellísima factura para rubricar la goleada. Quedó tiempo, eso sí, para que el mismo Perisic también se vistiera de asistente. Politano aprovechó el regalo y con la zurda hizo el cuarto y definitivo.