¡Un Griezmann estelar hace campeón al Atlético!

César Ger

Antoine Griezmann es un crack mundial. El futbolista francés decidió con dos dianas una gran final del Atlético de Madrid, justo campeón por tercera vez de la Europa League después de superar con claridad al Olympique de Marsella. Dos golazos de Griezmann sellaron una superioridad colchonera rematada por Gabi ya sobre el minuto 90. 

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Europa League (Final)

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Alineaciones
Olympique Marsella
Mandanda; Sarr, Rami, Luiz Gustavo, Amavi; Zambo Anguissa, Sanson; Thauvin, Payet (Lopez, 32'), Ocampos (Clinton Njie, 55'); Germain (Mitroglou, 74').
Atlético de Madrid
Oblak; Vrsaljko (Juanfran, 46'), Giménez, Godín, Lucas; Correa (Thomas, 88'), Gabi, Saúl, Koke; Griezmann (Torres, 90'), Diego Costa.

Salió mejor el Olympique de Marsella ante un Atlético muy nervioso. Germain desaprovechaba, solo ante Oblak, un genial pase filtrado de Payet a los tres minutos, y poco después Adil Rami -el novio de Pamela Anderson, no lo olviden- disparaba fuera desde la frontal. Incomodísimo el Atleti con la pelota en su poder, quizás afectado por ese síndrome de las finales de Champions contra el eterno rival. 

Pero, cosas del fútbol, poco a poco los de Cholo Simeone, más inquieto que nunca en los palcos, fueron carburando en su juego. Avisaba Koke con una volea desviada, y a los 21 minutos llegó el 1-0. Grosero fallo en la salida de balón francesa entre Mandanda Zambo Anguissa, balón perfecto para Antoine Griezmann en la frontal y el galo que no perdonaba, sangre fría y calidad para definir por bajo. El objeto de deseo blaugrana, profeta en su tierra. 

A la media hora, Payet -que estaba tocado- no pudo seguir, siendo sustituido por Maxime Lopez. El Olympique de Marsella perdía a su gran estrella, que se marchaba entre lágrimas. El primer periodo se fue deslizando hacia al descanso con los peores tópicos de las finales europeas, como el respeto, el miedo al error, el asegurar primero que no te marquen, muy presentes en el tapete de Lyon. 

Arrancaba el segundo periodo con un diluvio sobre el Parc OL y con el Atlético mucho más metido en la contienda. Los marselleses seguían fuera de la final, tras el gol y la lesión de Payet, y más cuando Koke asistió a Griezmann, el 'principito' entró como un cuchillo y la picó con habilidad ante Mandanda. Golazo de crack, apenas a los cuatro minutos de la segunda parte.

Una diana que desequilibró por completo la final. El Atleti jugaba a placer, creando peligro en un 'casi autogol' de Rami y un remate de cabeza de Godín que se marchaba muy cerca de la escuadra. Griezmann seguía dictando lecciones magistrales en cada balón que tocaba, felicidad colchonera y 10.000 seguidores rojiblancos acallando a 30.000 marselleses.

Poco peligro ante la meta de Oblak, si acaso un tiro alto de Sanson, mientras el tercero podía caer en un testarazo de Saúl que  rebotaba en la mano de Luiz Gustavo, posible penalti, o en un centro chut de Gabi que sacaba Mandanda con apuros. Aroma de baño colchonero.

En los últimos diez minutos se estiró el Olympique, con una gran oportunidad en testarazo a la madera de Mitroglou, o un disparo de Amavi que atrapaba Oblak con seguridad. Y ya sobre el minuto noventa, con todo decidido, contra del Atlético, su eterna receta, para que Gabi hiciera el tercero con un disparo cruzado, un gol cargado de simbolismo. El Atleti, de la mano de un Griezmann estelar, justo campeón.