Cheryshev y Sobrino asaltan Glasgow

Alba López

Poco a poco se va pareciendo el Valencia al equipo de la temporada pasada, ese cincelado a imagen y semejanza de Marcelino. Un par de chispazos de Cheryshev Rubén Sobrino bastaron esta vez para tomar Glasgow ante un inocente Celtic que apenas inquietó la portería de Neto y vio truncada su racha victoriosa. Europa es otra cosa a la liga escocesa, eso está claro.

Sin GabrielRoncagliaGayàRodrigo ni Santi Mina afrontaba el Valencia un partido trampa en Glasgow. Marcelino, consecuencia de las bajas, se vio obligado a alinear una delantera inédita. Cheryshev adelantó su posición y en la punta de lanza le acompañó el recién llegado Rubén Sobrino, quien hoy se estrenó con los che después de llegar en el mercado invernal procedente del Alavés.

Un zapatazo de McGregor desde la frontal del área puso sobre aviso a los blanquinegros antes de que se hubieran cumplido los cinco primeros minutos de juego. Neto, sin embargo, solventó la papeleta sacando los puños a pasear al estilo Mazinger Z.

Fue todo el bagaje ofensivo de ambos equipos hasta que se llegó al ecuador del primer acto y despertó el Valencia de la mano del finísimo Carlos Soler. El centrocampista, tras dejar sentado a su par en banda, colgó un balón desde la derecha al corazón del área y Rubén Sobrino lo peinó para habilitar a Wass, que llegando como un camión desde atrás a punto estuvo de batir a Bain con un soberbio cabezazo. 

La respuesta del Celtic no llegaría hasta el borde del asueto, cuando Burke ganó al espalda por velocidad a la zaga del Valencia y solo la acertada salida de Neto evitó la tragedia valencianista.

Del posible 1-0 se pasó al 0-1 en un abrir y cerrar de ojos. Parejo filtró un balón entre los centrales católicos desde el centro del campo y encontró desmarcado a Rubén Sobrino, quien mano a mano con Bain regaló el gol a Cherychev.

En el descanso Marcelino movió sus fichas y dejó en la caseta a Parejo para dar entrada a Coquelin con la intención de dotar de algo más de músculo a su centro del campo. Acertó de pleno el técnico, pues solo tres minutos después de la reanudación el Valencia ampliaba su renta. Sobrino Cheryshev se intercambiaron los papeles del primer gol y esa vez fue el delantero ruso quien habilitó a su compañero con un centro desde la banda izquierda que el expupilo de Abelardo remató a la red de primeras en boca de gol. 

El tanto dio mucha tranquilidad al Valencia, que a partir de ahí ya jugó a placer. Marcelino, incluso, se permitió el lujo de conceder descanso a Cheryshev, un fijo en los últimos partidos, y dar minutos a Guedes para que el extremo vaya sacudiéndose el óxido tras su lesión. El luso, como casi siempre, dejó destellitos, pero todavía le queda para volver a ser el de antes.