El Madrid saca el billete para la Final Four y al CSKA se lo 'regalan'

El Real Madrid, pese a que afrontaba la serie con el factor pista en contra, logró el billete para la Final Four (Belgrado 18 y 20 de mayo) dejando en la cuneta al Panathinaikos de Xavi Pascual (3-1).

En la cita belgradense, los blancos se medirán en semifinales al CSKA Moscú, mientras que por el otro lado del cuadro el  Fenerbahçe -vigente campeón- y el sorprendente Zalgiris de Sarunas Jasikevicius pugnarán por la otra plaza para la gran final.

Este viernes el Madrid no desaprovechó el factor pista logrado en Atenas y al amparo de su afición tumbó definitivamente al PAO en un partido un tanto extraño. Y es que los blancos, tras un primer cuarto igualado (19-14) y un segundo que llevaba  camino de serlo (27-24) dieron un golpe sobre la mesa.

Liderado por Llull, el conjunto de Pablo Laso se disparó en el luminoso (51-35 al descanso) con un Reyes eficaz. Y el Madrid llegó a su cenit con 59-37. Pero El PAO despertó, apretó en defensa, y con el tridente James-Calathes y Singleton en ataque se le fue subiendo a las barbas al Real Madrid.

Y lo que parecían minutos de trámite se transformaron en sufrimiento (83-79). Aquí Felipe Reyes acudió al rescate junto con Doncic. Un triple a tablero del esloveno a falta de 1’09” (88-82) devolvió la tranquilidad a las ya inquietas gradas y certificó la clasificación madridista.

POLÉMICA EN RUSIA

El CSKA jugará un año más la Final Four tras derrotar a domicilio al Khimki por 88-89, en un partido que tuvo un final polémico por un grave error de la mesa de anotadores que perjudicó al conjunto local.

Tras remontar diecisiete puntos, el Khimki salió al contraataque con cinco segundos por jugar y anotó la que hubiera sido la canasta del triunfo, aunque los árbitros la anularon porque la mesa había parado el reloj. En la reanudación, fallaron el último lanzamiento y se quedaron con la miel en los labios.

El partido tuvo en Alexey Shved a su gran protagonista. La estrella local anotó 36 puntos, con ocho triples incluidos, capturó cinco rebotes y sumó 37 de valoración, aunque no pudo impedir la eliminación de su equipo.

El CSKA dominó el duelo desde el principio y fue abrinedo brecha de manera inexorable. Sergio Rodríquez, con un triple en el minuto 27, subió el +17 al marcador (52-69) aunque la inmediata reacción de Shved, con siete puntos en quince segundos incluidos dos triples, volvió a meter a los suyos en el choque.

Un parcial de 11-0 cuando parecía que lo tenían todo perdido resucitó al equipo de Georgios Bartzokas al final de un tercer periodo que concluyó 65-71.

La ilusión duró poco entre los aficionados del Khimki, ya que otro arranque letal del CSKA, con tres triples consecutivos y un 0-11 de salida, parecieron romper el partido definitivamente.

Lo impidió Shved, que se echó a su equipo a la espalda y, con su octavo triple completó la remontada a un minuto del final (87-85).

Llegó entonces la polémica jugada final en la que los árbitros anularon por un error de la mesa -que había parado el reloj- la canasta que hubiera dado el triunfo al Khimki y permitió la victoria del CSKA.