EUROLIGA

El vigente campeón desmontó al Barça

El Barça cae ante el CSKA en el Palau

Los rusos empezaron a escaparse en el segundo cuarto y dominó todas las facetas del juego / EUROLIGA

David Rubio

David Rubio

El Barça ha vivido su noche más aciaga en lo que va de temporada y ha encajado su primera derrota como local <strong>tras caer en el Palau ante un CSKA demoledor por 67-96</strong>.

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EUROLIGA

67
96
Alineaciones
FC BARCELONA, 67
(20+18+12+17): Adam Hanga (10), Cory Higgins (4), Rolands Smits (6), Nikola Mirotic (19), Ante Tomic -cinco inicial-, Brandon Davies (19), Malcolm Delaney (5), Àlex Abrines, Pierre Oriola (4), Pau Ribas, Kyle Kuric (2) y Artem Pustovyi.
CSKA MOSCÚ, 96
(18+33+25+20): Daniel Hackett (9), Janis Strelnieks (10), Nikita Kurbanov (12), Johannes Voigtmann (10), Kyle Hines (12) -cinco inicial-, Mike James (14), Joel Bolomboy (6), Semion Antonov (2), Andrei Vorontsevich (8), Darrun Hilliard (13) y Ron Baker.

El vigente campeón, que llegaba tras sufrir sendas derrotas frente a Real Madrid, ha sabido sacar partido de sus idílicos porcentajes y del buen planteamiento de Dimitrios Itoudis.

Pese a este doloroso KO, la trayectoria azulgrana es excelente y se tratará de hacer borrón y cuenta nueva para pensar primero en el duelo liguero ante el Iberostar Tenerife y después en la visita europea al Khimki.

Igualdad inicial

La primera parte se jugó al ritmo que más interesaba al CSKA, con continuos duelos físicos y con mucho juego sin balón con el que consiguió desbordar a un cuadro blaugrana que no estuvo cómodo.

Pese a los 11 puntos de Mirotic y a los nueve de Brandon Davies, el actual campeón desarboló al Barça en defensa y se fue a los vestuarios con 51 puntos; de ellos, 10 del 'gladiador' Nikita Kurbanov y ocho del exbaskonista Johannes Voigtmann.

El primer cuarto sí respondió al esperado patrón de igualdad, con continuas alternativas en el marcador y con Mirotic como referente con siete puntos.

Un triple de Voigtmann y una buena canasta de Kurbanov dieron la primera ventaja a los visitantes (6-9), aunque una buena acción de Davies y un 2+1 de Oriola dieron la vuelta al marcador (20-18 al final del primer cuarto).

El CSKA marca diferencias

Lo curioso es que el gran referente ofensivo del cuadro ruso, Mike James, no había anotado ni un punto y solo aportó cuatro en el segundo.

Ahí los de Itoudis se encomendaron al letón Strelnieks y a los canteranos Kurbanov y Vorontsevich para dar la vuelta al partido e ir distanciándose (28-33 a 5:30 del descanso).

Una buena canasta de Delaney acercó a los locales (34-37) antes del excelente esprint final de un conjunto visitante, que atacó a gusto y defendió con acierto a un Barça sin perímetro (1/9 en triples por el 7/3 moscovita).

Con dos triples seguidos, el completísimo Kurbanov disparó al CSKA, que anotó la friolera de 51 puntos en la primera mitad del encuentro para irse con 13 puntos de renta (38-51).

Cinco puntos seguidos de Mirotic en la reanudación invitaron a pensar en un cambio de dinámica (43-51), pero entre James y Kurbanov se encargaron de aumentar la ventaja de los 'armeitsi' (43-57).

'Via crucis' azulgrana

El CSKA llegó a ganar por 15 tras un triple impresionante de James desde nueve metros y sobre la bocina (45-60), lo que coincidió con varios minutos pésimos de un Ante Tomic que se 'plantó' con un sonrojante -10 de valoración.

La defensa azulgrana hacía aguas, por lo que Hackett y Strelnieks penetraban sin apenas problemas. Y un triple del italoestadounidense llevó el partido a un palmario 50-69 a dos minutos del final del tercer cuarto.

El Barça corría como pollos sin cabeza recordando la mítica frase de John Benjamin Toshack y el cuadro ruso lo aprovechó para completar un parcial de 0-12 que cerró de tres el exbaskonista Darrun Hilliard (50-76 a falta del último cuarto).

Hacía falta un 'milagro' y Brandon Davies se abonó a él con seis puntos seguidos para devolver a los campeones el parcial y, con un 7-0, obligó a Itoudis a parar el partido con 57-76 a 7:29 del final.

Sin embargo, otro triple monstruoso de James y otro de Strelnieks desmontaron definitivamente las ilusiones azulgranas (59-84). Y los últimos minutos fueron un martirio ruso. Al final, 67-96 y tímidos silbidos en el Palau