El Barça tiró de solidez para tumbar al CSKA

Abrines volvió a ser importante para el Barça

Abrines volvió a ser importante para el Barça / JAVI FERRÁNDIZ

Xavi Martínez Olivar

Xavi Martínez Olivar

El Barça sacó el carácter y la solidez defensiva para tumbar al aún vigente campeón, el CSKA de Moscú, en el estreno de la Euroliga. Los azulgranas -que recuperaron a Víctor Claver- exhibieron en los momentos más complicados del duelo ese carácter que les pide Sarunas Jasikevicis para sacar adelante un encuentro que se les había complicado en el último cuarto.

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EUROLIGA

76
66
Alineaciones
BARÇA
Calathes (7), Abrines (13), Higgins (8), Mirotic (17), Oriola (-) -cinco inicial- Davies (18), Hanga (7), Smits (2), Heurtel (4) y Claver (-).
CSKA MOSCÚ
(14+19+15+18): James (13), Ukhov (3), Voigtmann (2), Shengeila (15), Kurbanov (-) -cinco inicial- Bolomboy (6), Hilliard (8), Hackett (11) y Clyburn (8).

Los primeros quince minutos fueron un monólogo del Barça que 'desconectó' a su rival a base de una defensa de ayudas, con las líneas muy altas que convirtieron el duelo en una entelequia para los moscovitas. Con un Mirotic 'todoterreno' que anotaba, reboteaba y recuperaba balones, el colectivo de Saras se fue arriba en el marcador amasando la que sería su máxima renta del choque (33-19).

Pero el CSKA por algo fue campeón en 2019. Pese a las bajas de Milutinov y Strelnieks, el equipo de Itoudis supo capear el temporal a base de hacer más petrea su defensa y ponerse en manos de la dirección de James y los puntos de Hackett y Shengelia (41-33 al descanso).

Pese a que en la reanudación, el Barça igualaría su maxima renta (49-35) el encuentro había cambiado de dinámica. El CSKA cortocircuitó al Barça a base de apretar en defensa y propició las pérdidas de los azulgranas (17 en total a lo largo del choque).

Sin estridencias pero sí siendo más incisivos y buscando las penetraciones, los moscovitas fueron recortando poco a poco su desventaja ante el Barça. El cénit de la progresión del CSKA llegaría ya dentro del último cuarto (57-55).

Era un momento muy delicado para los intereses del Barça. Pero el colectivo de Saras tuvo la virtud de no perder la compostura y seguir trabajando en defensa con un Víctor Claver que, de nuevo, volvió a hacer un trabajo oscuro pero impagable.

Y en la otra mitad de la pista Davies y un Abrines que está en estado de gracia se erigieron en estiletes. El alero balear lideró un parcial de 14-2 (del 57-55 al 71-57) que, ahora sí, marcó la suerte definitiva del encuentro. 

A este Barça aún le faltan aspectos por pulir, recuperar a otro puntal como Kuric y -quizás-fichar a un pívot. Pero con Saras está asegurado que la palabra rendición no existe en el diccionario.