Historia SPORT

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España vuelve a la elite por el camino más difícil

La selección regresa a unas semifinales nueve años después tras un agónico partido ante Suiza

Unai Simón fue el héroe de la tanda, en la que detuvo dos penaltis

La selección celebra el pase a semifinales

La selección celebra el pase a semifinales / Sefutbol

Javier Giraldo

Javier Giraldo

España se subió a una montaña rusa para regresar a la elite del fútbol. Lo hizo por el camino más complicado, la tanda de penaltis, frente a un rival que venía de eliminar a Francia precisamente desde los once metros. Nada es fácil en esta Eurocopa ni con esta España, convertida poco a poco en un ejemplo de superación personal. La selección de Luis Enrique volvió a protagonizar un episodio agónico para meterse nuevamente entre las cuatro mejores del torneo.

Nueve años después de su éxito en la Eurocopa 2012, la que cerró el inolvidable ciclo ganador, España vuelve a estar entre los grandes

Lo hizo frente a Suiza, un rival teóricamente inferior que llevó a España al borde del abismo. Cuando terminó la prórroga, toda España miró al punto de penalti con una mueca de disgusto: la selección había fallado sus últimos cinco penaltis y el portero de Suiza ya había demostrado ante Francia sus habilidades en los penaltis. Casi nada. 

Fue un partido espeso, de ritmo lento, que se fue ensombreciendo a medida que caían los minutos. Y eso que las cosas empezaron muy bien para España, que arrancó con el viento a favor gracias a un gol de rebote de Jordi Alba

Mil partidos en uno

Despejado el panorama, la selección no supo rematar. Lo intentó una y otra vez -imposible reprocharle nada a este equipo, de una vocación ofensiva irrenunciable-, pero no logró embocar

Ni Morata ni Gerard Moreno tuvieron la puntería necesaria para batir a Sommer. Sarabia, Olmo, Ferran Torres también percutieron una y otra vez por las bandas, pero la defensa suiza se aplicó con rigor y supo aguantar un resultado con el que parecía cómoda. Desde el arranque, Suiza parecía agarrarse a la posibilidad de jugárselo todo a los penaltis, pero se encontró con un regalo de la defensa. Pau Torres y Laporta se hicieron un lío monumental para que Shaqiri batiese a Unai Simón. 

Remar y volver a remar

Tocaba volver a remar, una de las especialidades de este equipo, forjado en el molde de su seleccionador: si algo caracteriza a Luis Enrique es su espíritu de lucha. 

Al seleccionador se le pueden discutir mil decisiones, pero hay que aplaudirle que haya renovado la energía de la selección, un equipo que juega mejor o peor según el día, pero siempre con las pilas puestas y sin renunciar a ningún esfuerzo.

Suiza se quedó con diez a falta de un cuarto de hora para el final, pero ni siquiera así logró España desentrañar la telaraña suiza

Sin remedio, el partido desembocó en una prórroga que situaba a España en una tesitura complicada frente a un rival reservón, obligado por sus circunstancias. España tuvo de todo menos gol porque con el carrusel de cambios (entraron Marcos Llorente y Thiago) el equipo tuvo una marcha más, pero fue insuficiente para liquidar a Suiza. 

En uno de esos ejercicios desesperantes, el partido quedó abocado a los penaltis. Parecía una condena para España, que partía como víctima en eso que algunos aún llaman lotería de los once metros. 

La tanda empezó torcida, con un error de Busquets, pero España volvió a resurgir cuando parecía muerta. Unai Simón se vistió de héroe y detuvo dos penaltis seguidos, a Schär y a Akanji.

Y entonces sí, el camino hacia la elite volvió a quedar despejado. Marcaron Olmo y Oyarzábal y la selección se impulsó de nuevo hacia el olimpo.