La media luna turca sobre París

Griezmann tuvo en sus botas una ocasión clarísima en el primer tiempo

Griezmann tuvo en sus botas una ocasión clarísima en el primer tiempo / EFE

Jonathan Moreno

Contra todo pronóstico, Turquía volvió a arañarle puntos a Francia en su camino hacia la Eurocopa. Los galos continúan segundos de grupo, eso sí, acechados cada vez más de cerca por Islandia. Los otomanos lideran la clasificación. Discreto partido de los 'bleus' y de los azulgranas Griezmann y Lenglet, que completaron los noventa minutos. 

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Clasificación Eurocopa

1
1
Alineaciones
Francia
Mandanda; Pavard, Varane, Lenglet, Lucas Hernández; Tolisso, Sissoko; Coman (Ikoné, 87'), Griezmann, Matuidi (Lemar, 77'); Ben Yedder (Giroud, 72').
Turquía
Günok; Çelik (Kaan, 53'), Soyuncu, Demiral, Meras; Tufan (Tosun, 81'), Tekdemir, Yokuslu (Çalhanoglu, 46'); Kahveci, Yilmaz, Karaman.

Abucheados en su propia casa. En territorio hostil. A Francia le costó adaptarse al pequeño ‘infierno’ que montaron los turcos en Saint Denis. El clima estaba ya enrarecido de por sí debido a las tensiones políticas y los de Senol Günes aprovecharon el viento a favor para plantearle muchísimos problemas a la actual campeona del mundo. Los otomanos no se avergonzaron y por momentos plantaron una línea de seis defensas en torno a Günok, el principal artífice de que el casillero no se moviera al descanso.

El guardameta del Istanbul Basaksehir privó a Griezmann de celebrar el 1-0 superado el cuarto de hora. En una de las escasas combinaciones de la vanguardia gala, Coman dejó una delicia de tacón para que el azulgrana estampara su zurdazo contra el pecho del arquero. El posterior rechace le cayó a Sissoko, quien se echó las manos a la cabeza viendo el vuelo sin motor de Günok. La resistencia turca fue cediendo, aunque los espacios brillaban pos su ausencia. Coman los encontraba con su habilidad para el caracoleo. Pero ni Griezmann ni Sissoko sacaron petróleo. El balón era netamente francés y el primer tiempo se consumió con frustración y cabezas bajas en las hordas ‘bleus’.

Intercambio de golpes

El runrún de fondo no cesó tras el descanso. Al contrario. Los pitos a la selección de Didier Deschamps aumentaron en decibelios. Las ovaciones eran para Turquía en las contadas ocasiones que hacían trabajar a Mandanda. La más manifiesta se produjo a la hora de juego. Çalhanoglu revitalizó el ataque otomano. Puro talento cada vez que entraba en contacto con el esférico. El milanista amansó el balón con una patada voladora y cedió para que Yilmaz la enviara al Sena cuando lo más fácil parecía embocar a puerta.

No perdonaría Francia a la tercera, la que va la vencida. Deschamps movió ficha. Ben Yedder, ¿jugó el exsevillista?, dejó su puesto a Giroud y el delantero anotó a la primera que olió. Córner ejecutado por Griezmann y el del Chelsea que hizo lo que mejor sabe hacer, cabecear al fondo de las mallas. La alegría o la tristeza, según se mire, duraría bien poco en el Stade de France. Çalhanoglu sirvió un libre directo como los ángeles para que Kaan, otro de los relevos de Senol Günes, estableciera el empate definitivo entrando desde el segundo palo. Alegría turca sobre el césped.