Depay aprende a ser un líder

El futurible del Barça convence por fin a sus críticos gracias a sus goles y a su dotes de liderazgo en la selección holandesa

Suma 13 goles y 13 asistencias en sus últimos 20 partidos con la ‘oranje’ y De Boer aplaude su atrevimiento en el campo

El golazo de Depay ante el Angers

El jugador holandés marcó un auténtico golazo ante el Angers /

Javier Giraldo - Amsterdam (Enviado Especial)

Como suele suceder en casi todas las selecciones que preparan su estreno en la Eurocopa, la de los Países Bajos vive inmersa en varios debates.

No faltan opiniones sobre el sistema que debe emplear el seleccionador, Frank de Boer, y también hay diversidad de opiniones sobre la delantera, con un protagonista indiscutible; Memphis Depay, segundo capitán de la selección, jugador del Olympique de Lyon y muy probablemente, el próximo fichaje del Barça.

Su posición en el campo, nunca bien definida del todo –delantero centro capaz de jugar en la banda o de retrasarse hacia la media punta-, su carácter y un punto de irregularidad le convertían, hasta hace no demasiado, en un jugador sospechoso incluso para la afición holandesa, que lo vio crecer en el Sparta de Rotterdam y explotar en el PSV Eindhoven antes de iniciar su aventura por Europa (en 2015 firmó por el Manchester United y en 2017 se fue al Lyon).

El otro Van Voosen, el otro Julio Salinas

“Durante un tiempo, Depay parecía Peter van Voosen”, explica el periodista Maarten Wijffels en el diario Algemeen Dagblad (AD), con sede en Rotterdam. Van Voosen fue un delantero holandés, campeón de Europa en 1995 con el Ajax, cuyas cifras de goles siempre estuvieron por delante de su reputación como jugador, algo similar a lo que ocurría en España con Julio Salinas. Un coleccionista de ‘haters’ cuando ni siquiera existía la palabra.

Sin embargo, Depay ha logrado que el debate sobre su figura ya no sea tan intenso. Que ya casi ni exista, de hecho. La opinión pública ya empieza a desviar el foco hacia otros aspectos. En Holanda se habla del sistema: De Boer sigue empeñado en jugar con un 5-3-2 aunque algunos futbolistas, sin ir más lejos el propio Depay, han dicho que prefieren un 4-3-3 y de qué jugadores deben acompañar al futbolista del Lyon en ataque.

Asistencias, goles y actitud

Depay ha logrado remontar esas sospechas iniciales con goles, asistencias y actitud. Los goles y las asistencias pertenecen al terreno de los números y como tal, son indiscutibles. En los últimos siete partidos de Holanda, ha participado en al menos un gol. En sus últimos 20 encuentros internacionales suma 13 goles y 13 asistencias. Su temporada con el Lyon no fue mala: 22 goles en 40 partidos, en Liga y Copa, ya que el equipo francés no disputó comptición europea al haber quedado séptimo en el curso anterior, también bajo el mando de Rudi García desde el banquillo.  

¿Quién debe acompañarle?

A sus 27 años, Holanda ya no tiene dudas sobre Depay. En todo caso, sobre su acompañante en la delantera: Wout Weghorst (Wolfsburgo, 28 años) parece contar con más opciones, pero la frescura y la rapidez de Donyell Malen (PSV, 22 años) también le convierten en un candidato interesante.

Luego está la actitud: Depay ya no es el jovencito de 20 años que fue convocado al Mundial de 2014 para que aprendiera de Robben y de Van Persie. Van Gaal, seleccionador por entonces, se lo dijo claro cuando lo convocó para su primer gran torneo internacional. “Fíjate bien en los dos, porque si sales a jugar, tendrás que intentar hacer lo que ellos hacen”, en alusión a Van Persie y Robben.

Hace ya siete años de aquella conversación: Van Gaal vive medio retirado en la costa de Noordwijk, a medio camino entre Amsterdam y La Haya, y Depay es un futbolista consagrado que ha pasado de gregario a líder. 

Ahora es él quien ejerce de referente con los más jóvenes. “Depay ha crecido mucho en cuanto a liderazgo”, admitió Frank de Boer tras el último amistoso de preparación para la Eurocopa, frente a Georgia. “Asume más responsabilidades y se está convirtiendo en un referente para los más jóvenes. A veces asume demasiados riesgos, es cierto, pero de cada diez veces que intenta algo, ocho le suelen salir bien. Y eso es lo que quiere ver la gente. Y lo que necesitamos como equipo”.

De Ruud a Memphis

En el último partido de Holanda, Depay se acercó a la banda para recibir instrucciones. Pero no de De Boer, sino de Ruud van Nistelrooy, segundo entrenador del equipo: de delantero a delantero, la comunicación pareció fluir de una manera más natural. 

A la espera de que su fichaje por el Barça se haga oficial (nadie espera lo contrario en Holanda, pese a lo sucedido con Wijnaldum, ya comprometido con el PSG), la prensa holandesa destaca otro detalle, no menos importante, en la relevancia y su peso específico en la selección ‘oranje’. 

Sin él, Holanda no tendría ningún delantero de primer nivel que asuste a sus rivales”, apuntan los expertos, “como ocurría con Robben, que de manera casi automática obligaba al rival a jugar 20 metros más atrás”. Son futbolistas distintos, pero si en su día fueron Robben y Van Persie los depositarios de las grandes esperanzas holandesas, el elegido ahora se llama Memphis Depay.