Dinamarca, el rival de la primera final del torneo

Llegar a esta jornada casi obligadas a ganar era un posible escenario teniendo en cuenta que nos enfrontábamos a Alemania en el segundo partido. Es decir, que no debe ser ningún drama ver a la selección en esta tesitura. Pero es el desarrollo de los acontecimientos de las últimas semanas que le dan al partido un tono de agonía que quizás no es tal debido a la diferencia de nivel sobre el papel entre ambas selecciones. La baja de Alexia, el susto que nos dio Finlandia y una derrota ante el conjunto germano que abrió viejas heridas y debates que pensábamos que ya teníamos superados, han provocado está sensación de inestabilidad y nerviosismo que a muchos los tiene inquietos, y que esperemos que no genere una ansiedad desmedida en nuestras jugadoras.

Dinamarca no es un rival fácil, al final es la actual subcampeona de Europa, pero ha demostrado tener muy pocos argumentos en las dos primeras jornadas. Fue absolutamente superada por la selección alemana en el debut donde dejó muchas dudas atrás, y sobre todo en un centro del campo incapaz de tener la posesión y saber qué hacer en las contadas ocasiones que la tuvieron.

Pero casi peor fue la sensación de falta de ideas, de ritmo y de poca fluidez ante una correcta selección finesa. ¿Dónde está ese equipo que dio la sorpresa hace cinco años?

Han demostrado tener problemas en este sistema de tres centrales que ha implementado Lars Sondergaard. Un equipo construido para ser eminentemente ofensivo y llevar el ritmo del partido, algo que le sale bien en fase de clasificación y ante equipos de menor nivel; pero ante las grandes potencias como vimos contra Alemania sucumben ante la superioridad en cuanto calidad técnica y ritmo de juego que presentan este tipo de conjuntos.

Carrileras largas con vocación ofensiva con lagunas a la hora de defender y sin esa movilidad que se necesita para poder parar a las grandes extremos de los favoritos al título, falta de efectivos en el centro del campo y sin esa capacidad para imponerse en el más alto nivel, y la falta de una compañera o "socia" para Pernille Harder ya que Nadia Nadim vuelve de lesión de gravedad, y jugadoras como Signe Kallesoe Bruun todavía no han dado ese paso definitivo. Todo eso unido a un gran número de jóvenes inexperimentadas en este tipo de torneos, hacía pensar que aunque este fuese el famoso "Grupo de la Muerte", había dos claras favoritas.

Sólo las veteranas están tirando del carro. Y tampoco con un rendimiento notable. Jugadoras como Katrin Veje , Sofie Junge Pedersen o Sanne Troelsgaard intentan imponer su jerarquía y liderar al resto, pero no es suficiente. Ante España dependerá de que estén bien cerrada atrás, de que Pernille Harder esté acertada en las pocas transiciones que pueda conducir y sobre todo en el balón parado, que ahora mismo parece el principal argumento danés para hacer daño a las de Vilda.

Pernille Harder

Quizás no en ese estado de forma tan exuberante que presentaba hace varias temporadas en Wolfsburgo, pero tan decisiva con su selección como siempre. Si Dinamarca quiere tener algún tipo de opción requerirá de un partido extraordinario de una de las mejores jugadoras del mundo. Saber explotar su habilidad al campo abierto, su capacidad de conducción, tomar decisión, ver espacios y pases que otras no ven, y finalizar tanto dentro del área como media distancia es precisamente lo que necesitan para tener alguna opción. Y el guión del partido puede dar que estas situaciones a campo abierto donde Harder es letal sucedan.

Sofie Junge Perdersen

La mejor centrocampista que tiene la selección escandinava tendrá una de las tareas más complejas de su carrera por delante. Fue completamente superada por las mediocentros alemanas, pero si las danesas quieren tener opciones, la veterana jugadora de la Juventus tiene que tratar de incomodar lo máximo posible a la zona de creación española.

Rikke Sevecke

Una de las centrales más infravaloradas de Europa pese a estar jugando en una liga potente como es la FA WSL. Central física, muy potente, fuerte, especialista a balón parado y con cierta calidad técnica.