Holanda, la obra inconclusa de Koeman

La selección neerlandesa, ausente en Francia 2016 y Rusia 2018, se clasificó para la Eurocopa de la mano de Koeman

Pilotó el relevo generacional, hizo debutar a De Jong, apostó por los jóvenes y recuperó la autoestima de la selección 'oranje'

Ronald Koeman y Depay, con Holanda

Ronald Koeman y Depay, con Holanda

Javier Giraldo - Amsterdam (Enviado Especial)

En febrero de 2018, Ronald Koeman fue nombrado seleccionador de su país. Sustituyó en el cargo a Dick Advocaat, que dimitió tras no lograr clasificar a Holanda para el Mundial de Rusia. Holanda tampoco había estado en la Eurocopa de 2016. 

Koeman llevaba unos meses sin trabajo, desde que en octubre del año anterior fuera despedido como entrenador del Everton. El banquillo de la selección ‘oranje’ suponía el décimo de su carrera como técnico, tras haber pasado por Vitesse, Ajax, Benfica, PSV, Valencia, AZ Alkmaar, Feyenoord, Southampton y Everton.

Su reto era mayúsculo: le tocaba levantar una selección en crisis, en medio de un cambio generacional que había dejado a los ‘oranje’ fuera de Francia 2016 y Rusia 2018, tras haber sido tercera en el Mundial de Brasil. 35 años después de su debut como internacional, Koeman se estrenaba en el banquillo de su selección. Como le ocurriría dos años después en el Barça, acudía al rescate. 

Koeman tomó decisiones muy pronto: dejó de convocar a Wesley Sneijder, récord de internacionalidades con Holanda pero ya en la recta final de su carrera. Apostó sin reservas por Frenkie de Jong, que debutó como internacional bajo sus órdenes, en un amistoso ante Perú en septiembre de 2018. 

También movió el organigrama de la federación: recomendó el fichaje del director general del Feyenoord, Eric Gudde, y del director deportivo del Heracles, Nico-Jan Hoogma.

En sus primeros partidos (el calendario le deparó cinco amistosos para empezar su periplo como seleccionador), la selección neerlandesa fue una montaña rusa en cuanto a resultados, pero también en lo referido al dibujo táctico: derrota ante Holanda, victoria frente a Portugal, empates frente a Eslovaquia e Italia, partidos en los que Koeman probó el 5-4-1 y el 3-5-2. 

Ya desde el arranque, Koeman demostró que habría hueco para los jóvenes: en su primer partido hizo debutar a Justin Kluivert (el hijo de Patrick), a Guus Til y a Wout Weghorst, que apunta a titular junto a Depay en la Euro 2020.

Fe y confianza

“Koeman supo transmitir un ambiente de confianza y positividad”, resume Bart Vliestra, periodista del diario ‘Volkskrant’ y de la revista ‘Santos’. “Supo comunicarse bien con todos los jugadores, especialmente con los más jóvenes, y se adaptó muy bien a los recursos que tenía; esa es una de sus grandes virtudes como entrenador”.

Uno de los casos más llamativos fue el de Van Dijk: por entonces acababa de firmar por el Liverpool y la confianza que le transmitió Koeman fue clave para que el central explotase como uno de los mejores del mundo. 

En la Nations League, Holanda afrontaba un grupo complicadísimo, junto a Francia y Alemania, pero acabó ganando el grupo y clasificándose para la final a cuatro: en semifinales, Holanda derrotó a Inglaterra. En la final, disputada en Oporto, cayó ante Portugal. La selección ‘oranje’ no alzó el nuevo torneo de la UEFA, pero demostró que había vuelto al primer plano internacional. 

Para entonces, Koeman había retocado su sistema para jugar con un 4-3-3 más clásico. Los laterales fueron variando (Blind y Dumfrie fueron los más habituales), en los centrales había pocas dudas (De Ligt y Van Dijk) y por el centro del campo pasaban De Jong, De Roon, Wijnaldum, Van de Beek o Strootman. En la delantera, un nombre aparecía repetido en todas las alineaciones de Koeman, el de Memphis Depay. Poco antes de asumir el banquillo de la selección, Koeman se reunió con Depay para intentar incorporarlo al Everton. Cuando el club inglés tuvo que renunciar a la operación, Koeman lo lamentó en una rueda de prensa. 

La llamada del Barça, el pasado verano, interrumpió el periplo de Koeman como seleccionador. Había firmado con la federación de su país hasta finales de 2022, una vez concluido el Mundial de Catar, pero ejecutó la cláusula de salida. Ya había logrado uno de sus grandes objetivos, devolver a Holanda a una Eurocopa, la que arranca este viernes en Roma. 

El turno de De Boer

La federación holandesa (KNVB) eligió como interino a uno de sus ayudantes, Dwight Lodeweges, encargado de entregar el testigo a Frank de Boer poco tiempo después. “Lamentamos la decisión de Ronald, pero la respetamos. En el período en el que ha sido seleccionador nacional, ha logrado muy buenos resultados", explicó entonces Eric Gudde, uno de los responsables técnico de la KNVB.

Ahora, Koeman intenta apagar otro tipo de fuego en el Barça mientras la selección holandesa intenta volver a ser lo que fue. Lo hace de la mano de otro ex azulgrana, Frank de Boer, que intentará aprovechar el legado de Koeman para que el combinado ‘oranje’ vuelva a estar entre los mejores del mundo.