Eurocopa 2016

Los magiares vuelven por la puerta grande

Hungría regresó a una Eurocopa por la puerta grande, como si no hubieran pasado 44 años de la última vez. Los magiares vencieron de manera sorprendente pero convincente a una Austria demasiado nerviosa

Miki Soria

El episodio número 137 del duelo más repetido del fútbol europeo de selecciones tuvo como sorprendente ganador a Hungría. Los magiares, que volvían a una Eurocopa después de cuatro décadas, se impusieron a su vecino austríaco haciendo un partido coherente: sabían cómo querían jugar y consiguieron plasmarlo sobre el campo. A base de toque, lento pero con sentido, supieron tener la paciencia necesaria para desquiciar a Austria. 

Y eso que los austríacos empezaron como una moto, con un tiro de Alaba a los treinta segundos que se topó con el poste izquierdo de Kiraly. Poco después el mismo Alaba puso a prueba al portero húngaro Gabor Kiraly -desde hoy, el jugador más veterano en disputar una Eurocopa- y aún tuvieron los de Koller otra ocasión clarísima en la primera parte por medio de Harnik, incapaz de aprovechar un pase de la muerte de Arnautovic. 

El dominio austríaco en los primeros cuarenta y cinco minutos fue estéril y Hungría supo esperar su momento para hacer daño. Una buena jugada colectiva en la segunda parte finalizó con una combinación entre Kleinheisler -el mejor del partido- y Szalai que finalizó el exmadridista con un toque de puntera por debajo de Almer rompiendo así una racha que le tenía sin marcar desde diciembre de 2014.

Austria quiso reaccionar al gol, pero cuatro minutos después, en el 66, Dragovic fue expulsado y eso dinamitó cualquier atisbo de remontada. Desquiciada, Austria todavía encajó un gol más, obra de Stieber en la recta final del choque.