Ricky Rubio señala a España el camino de los cuartos de final

Pau Gasol luchando por un balón ante la defensa turca

Pau Gasol luchando por un balón ante la defensa turca / EFE

Xavi Martínez Olivar

Xavi Martínez Olivar

El protagonismo de Ricky Rubio en los últimos cinco minutos con 10 puntos encaró el triunfo de la selección española y el billete para los cuartos de final del Eurobasket. El conjunto de Scariolo tuvo que sudar sangre durante 30 minutos para tumbar la resistencia de Turquía, el anfitrión, que jugó sus cartas hasta el último aliento y llevó al partido, pese a lo que pueda indicar el resultado final, a una guerra de guerrillas.

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EUROBASKET

73
56
Alineaciones
ESPAÑA
España (19+14+16+24): Pau Gasol (11), Rubio (15), Marc Gasol (10), San Emeterio (4) y Navarro (8) -equipo inicial-, Rodríguez (11), Willy Hernangómez (2), Sastre (2), Oriola (2) y Juancho Hernangómez (8).
TURQUÍA
(10+15+18+13): Osman (8), Erden (6), Mahmutoglu (10), Sanli (4) y Sipahi (2) -equipo inicial-, Veyseloglu (4), Balbay, Guler (2), Hersek, Aldemir, Korkmaz (20) y Koksal.

España era consciente del escenario de partido que le esperaba. Una Turquía que apostaría por un duelo trabado, con las líneas defensivas muy arriba, con constantes dos contra uno para evitar que la selección española corriera o pudiera hacer el juego entre pívots. Y en ataque, jugando abiertos para buscar el tiro exterio, conscientes de su inferioridad en la pintura.

Y este escenario se cumplió a rajatabla con una afición turca que, además, cumpliría su papel de presionar a los árbitros. Una tripleta, por cierto, curiosa: un colegiado lituano, un brasileño y un japonés. ¿Que pintaban estos dos últimos en un Eurobasket? Cosas de la FIBA. 

Lo cierto es que en el primer cuarto, España cumplió atrás con presteza pero tuvo muchas dificultades en ataque. Aunque desde el principio los de Scariolo se pusieron por delante en el luminoso (7-2) era evidente que no estaban cómodos ante una Turquía donde Kormaz asumiría buena parte del protagonismo ante el partido gris de Osman, su teórica gran estrella).

A partir del 19-10 del final del primer cuarto, la selección española vivió sus mejores minutos. Encontró vías para producir con Sergio Rodríguez en pista y se disparó hasta un 24-12. Pero Turquía siguió con su plan de buscar enloquecer el choque (el banquillo del inefable Sarica se ganaría una primera técnica) y lo conseguirían paso a paso (33-25 al descanso).

guerra de guerrillas

Tras el paso por los vestuarios, el decorado se acentuó aún más con Turquíaalternando una defensa individual feroz combinada con una zona-press y respaldada por una afición enfervorecida. El colectivo otomano fue subiendo en intensidad, España se colapsó y el partido se apretó (37-33). Menos mal que apareció Sergio Rodríguez para con un triple sobre la bocina dar un poco de oxígeno para cerrar el tercer cuarto (49-43).

Quedaban los diez minutos de la verdad. Y aquí España, pese a las dificultades, tuvo la virtud de no perder la compostura.y esperar su momento para dar el golpe de gracia. En el ecuador de este período, el equipo de Scariolo sólo vencía por 6 puntos (56-50). La defensa seguía siendo buena pero se necesitaban puntos en ataque.

Y aquí apareció la figura del Ricky Rubio que tiró de galones. El nuevo base de los Utah Jazz se echó al equipo a la espalda y con 10 puntos seguidos (dos triples y cuatro tiros libres) golpeó al rival. Turquía ya no pudo reponerse y acabó sucumbiendo. Los cuartos de final esperan a la selección española.