¿Por qué es tan importante el MSI de League of Legends?

El MSI se disputa en Vietnam este año

El MSI se disputa en Vietnam este año / LVP.

SPORT.es

Esta semana arrancó la primera gran cita internacional del año en el League of Legends competitivo, y LVP ofrecerá una vez más la retransmisión oficial en castellano de todo el torneo.

A menudo se tiende a comparar el Mid-Season Invitational (MSI) como una versión reducida y menos emocionante que el Mundial, que tiene lugar en octubre. Sin embargo, el MSI presenta varias particularidades que lo convierten en un torneo único y de notable importancia.

Las competiciones a escala internacional no abundan, ni mucho menos, en el calendario de League of Legends. De hecho, a excepción de eventos con tono más distendidos, como el Rift Rivals de verano o el All-Star de diciembre, solo existen dos citas anuales: el MSI, celebrado en mayo, y los Worlds, que abarcan todo octubre.

Por este motivo, cada vez que se aproxima una cita internacional, la expectación es máxima. En el caso del MSI, porque se trata de la primera ocasión del año en la que los mejores equipos del mundo compiten entre sí.

Una vez finalizada la temporada de primavera, que tiene lugar entre los meses de enero y abril en todas las regiones, los campeones viajan al Mid-Season Invitational. En 2019, el país elegido como anfitrión ha sido Vietnam, y la competición se disputará entre el 1 y el 19 de mayo en tres recintos distintos de este país asiático.

MENOS EQUIPOS, MÁS RIVALIDAD

Solo seis equipos alcanzan la fase de grupos del MSI. Tres de ellos se encuentran ya clasificados gracias a los resultados recientes de su región en torneos internacionales: el representante europeo (G2 Esports), el campeón coreano (SK Telecom T1) y el campeón chino (Invictus Gaming).

Las otras tres plazas serán ocupadas por equipos procedentes del Play-In previo, torneo que actualmente se encuentra en juego y en el que participan hasta diez equipos de distintas regiones: Turquía, sudeste asiático, Vietnam, Rusia, Australia, Japón, Brasil, Latinoamérica, Norteamérica y Taiwán. Estas dos últimas regiones, cuyos equipos son Team Liquid y Flash Wolves respectivamente, solo necesitan ganar un mejor de cinco para clasificarse al MSI. Los otros ocho equipos deberán jugar una fase de grupos previa.

Una vez arranque el MSI con los seis equipos definitivos, la rivalidad será máxima. A diferencia del Mundial, esta competición siempre enfrentará a equipos de distintas regiones, y el resultado esperado es que todos los seguidores de una misma región apoyen a un único equipo.

En el caso europeo, la afición alentará a un G2 Esports que recientemente ha coronado la LEC con clara superioridad. El equipo de Carlos ocelote” Rodríguez, con alineación española en la Superliga Orange (G2 Heretics), aúna las esperanzas europeas.

Muchos colocan al club de los samuráis como uno de los principales favoritos para llevarse el título de campeón, pero tanto Invictus Gaming como SKT son dos de los equipos más potentes del mundo. Así pues, se prevé que la disputa entre Europa, China y Corea del Sur esté más igualada que nunca.

UN PERIODO DE BONANZA

No cabe duda de que desde los Worlds de 2018 League of Legends ha sufrido un punto de inflexión. Desde octubre del año pasado, las competiciones del juego de Riot Games han incrementado significativamente sus audiencias debido a diversos factores.

En primer lugar, la alta competitividad entre regiones. La brecha con respecto a Corea del Sur, región que hasta 2018 había repetido título en cinco ocasiones consecutivas, se cerró, y la gran final enfrentó a un equipo europeo (Fnatic) contra uno chino (Invictus Gaming).

Pero, al margen de este hecho, la renovación de competiciones como la LEC, que ha incorporado el sistema de franquicias y ha ofrecido un producto mejorado a nivel cualitativo, ha ayudado a incrementar el interés de los espectadores hacia League of Legends.

En ese sentido, la Superliga Orange también vio incrementado significativamente su número de seguidores en primavera de 2019, superando los 140 mil espectadores únicos y alcanzando cifras de récord en su gran final, que llegó a congregar a más de 56 mil espectadores de forma simultánea.