Sergio, un enemigo íntimo

Sergio González busca amargar a su exequipo

Sergio González busca amargar a su exequipo / EFE

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Cuatro años transcurrirán en diciembre desde que Sergio González fue destituido como entrenador del Espanyol. El catalán regresa a la que siempre ha considerado su casa, esta vez defendiendo los intereses del Real Valladolid. La temporada pasada, la vuelta de Sergio a Cornellà se saldó con un 3-1 favorable a los blanquiazules. Borja Iglesias, Mario Hermoso y Wu Lei firmaron los goles pericos. Pero esta vez será diferente. 

Para González supone un partido “especial”, puesto que vuelve a Cornellá el Prat, un lugar en el que fue feliz y del que guarda grandes recuerdos y, además, confía en que la afición “periquita” le ofrezca un buen rendimiento, al ser “un chico de su cantera y excapitán”. Aunque el Espanyol ocupa ahora puestos de descenso, González tiene claro que “es un equipo confeccionado para posiciones tranquilas, que tiene muchos argumentos y que seguro que va a ocupar la posición que se merece, aunque esperamos que lo haga después de este domingo”.

Y es consciente de que, si bien solo han pasado 48 horas desde el último partido del Espanyol, lo que impide que se recuperen todos los jugadores, cuenta con una “plantilla amplia, con futbolistas de mucho potencial” que, además, no fueron de la partida este jueves como son “Darder, Granero o Melendo”.

Pero también confía en poder “utilizar la presión añadida para ellos” a su favor, siendo “protagonistas con el balón, haciendo daño en las transiciones, jugando con su obligación de hacerlo bien, pero con tranquilidad, actitud y confianza, pensando hacer un gran duelo”, explicó.

Sabe que ellos “van a salir muy fuertes, intentando solucionar el partido lo antes posible”, y por ello deben “estar bien ahí e ir creciendo en el partido, para tratar de generarles dudas” y destacó la necesidad de estar concentrados los primeros quince minutos de la segunda parte “porque suelen salir en tromba y han metido muchos goles”.