La segunda unidad no puede ante una Real Sociedad eficaz

Pipa, en una imagen de archivo

Pipa, en una imagen de archivo / EFE

C. F. Sainz

El Espanyol se despidió de la Copa del Rey con la cabeza bien alta. En un encuentro en el que siempre fue a remolque, los blanquiazules mejoraron tras el paso por vestuarios y estuvieron cerca del empate, pero justamente cuando mejor estaban recibieron el segundo y definitivo. Con la segunda unidad, los de Abelardo plantaron cara, pero la Real Sociedad fue superior y se llevó el partido con merecimiento.

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Copa del Rey

2
0
Alineaciones
Real Sociedad
Remiro; Gorosabel, Llorente, Le Normand, Aihen; Guevara (Zubeldia, 46'), Merino; Oyarzabal, Odegaard (Sangalli, 69'), Barrenetxea (Portu, 76'); e Isak.
Espanyol
Andrés; Javi López, Lluís López, Calero, Pedrosa; Pipa (Piatti, 66'), Pol Lozano (Víctor Sánchez, 58'), Iturraspe, Vargas (Víctor Gómez, 72'); Wu Lei y Ferreyra.

Tan solo repitió en el once titular respecto al duelo contra el Villarreal de la última jornada Javi López, sancionado en liga por su expulsión en La Cerámica, y el Espanyol notó mucho jugar con los menos habituales. Únicamente Vargas proponía algo diferente, mientras que Pipa aparecía fugazmente y se fue apagando con el paso de los minutos y Wu Lei estaba demasiado solo arriba.

La Real Sociedad mandó desde el primer minuto y se acercó en varias ocasiones con peligro. Odegaard estuvo cerca de abrir el marcador en los primeros minutos tras sentar a Calero con el cuerpo, pero su disparo cercano no encontró puerta. También probó fortuna Oyarzabal, pero su disparo se marchó por la línea de fondo.

El Espanyol estaba encerrado en su área, absolutamente dominado por los locales, pero su buen trabajo defensivo no permitía a los de Alguacil gozar de claras ocasiones. Los blanquiazules estaban bien colocados, aunque un excelente Pol Lozano, el pulpo Pol, tuvo que aparecer en varias ocasiones parea enmendar errores de sus compañeros. El canterano, además de barrer y recuperar, repartía juego con criterio.

Ello generó que, tras un intercambio de bandas entre Pipa y Vargas, el Espanyol diera un paso al frente y buscara hacer daño a la Real. El 'Monito' lo probó con un disparo desde la frontal tras una buena jugada coral, pero Remiro se estiró para atrapar el cuero. Los de Abelardo trataron de acercarse en alguna ocasión más, pero Ferreyra no estuvo acertado en la toma de decisiones las pocas veces que controló el balón en el interior del área.

Únicamente fueron cinco minutos de control perico. La Real volvió a pisar el acelerador y encerró de nuevo a los espanyolistas en su área, aunque las oportunidades seguían escaseando. Solo una jugada en la que Oyarzabal entró a trompicones en el área y mientras caía al suelo remató pudo acabar en gol, pero Andrés salvó con un pie 'in extremis'

Todo hacía indicar que se llegaría al descanso sin goles, pero el golpe llegó en el tiempo añadido. Barrenetxea se metió en el área y, tras revolverse, se sacó un disparo que cogió a Andrés a contrapié. El meta perico hizo la estatua mientras el balón besaba las mallas visitantes.

Remiro cambia el signo

Más mordiente perica en la segunda parte. Ferreyra fue el primero en avisar con un remate a centro de Pipa que no encontró portería; la respuesta, un disparo de Oyarzabal tal y como caía el balón a un centro desde la izquierda que se marchó rozando el poste.

El Espanyol quería el empate y lo continuó buscando en sus mejores minutos del encuentro. Wu Lei cabeceó con un gran giro de cuello, pero Remiro detuvo muy atento. Donde el meta realista volvió a resultar clave fue en un testarazo de Ferreyra a centro medido de Vargas. El portero tocó el balón para evitar el gol y tuvo que estirarse para evitar el remate de un rival que llegaba para empujar la pelota al fondo de la red.

La intervención del cancerbero fue vital porque la Real salió a la contra y anotó el segundo. Odegaard comandó el ataque, cedió el balón hacia la izquierda a Isak ya dentro del área y el sueco, tras buscarse un hueco, se sacó un latigazo imposible para Andrés.

A partir de ahí, el duelo bajo de revoluciones. Los 'txuri-urdin' se dedicaron a agunatar sin excesivos problemas el marcador, y los visitantes no crearon peligro más allá de un violento disparo al larguero desde cerca de Wu Lei tras pase del recién incorporado Víctor Gómez.En los minutos finales el Espanyol insistió y Remiro se volvió a erigir en salvador, sobre todo en un cabezazo de Iturraspe que rechazó con los pies. Fin de trayecto para los pericos.