Rufete medita su continuidad

El director deportivo todavía no tiene claro si renovará y termina contrato a final de temporada

La plantilla y la directiva también estuvieron en el foco de una grada cansada con la situación del club

Imagen de Rufete, director deportivo del Espanyol

Rufete espera poder incorporar pronto a jugadores

SPORT.es

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Bajan revueltas las aguas en el RCDE Stadium. La derrota del jueves ante el Rayo Vallecano terminó con una sonora pitada y cánticos en contra de Rufete, director deportivo blanquiazul, y la directiva perica. 

La falta de ambición y el dejarse ir, toda vez ya se aseguró la permanencia y la falta de objetivos para este final de temporada fueron los argumentos de una hinchada blanquiazul que cargó su frustración con todos los estamentos del club. Esto puede haber cambiado el curso de la renovación de Rufete, que estaría meditando su continuidad tras estos acontecimientos, aunque no son el único motivo.

Hace semanas, la salida de Durán del club perico y la llegada de Mao Ye como nuevo CEO, hacía presagiar una pronta renovación del director deportivo, que tiene plena sintonía con la propiedad de la entidad. Ahora, sin embargo, el exjugador se lo estaría pensando, debido a las críticas y al devenir del conjunto espanyolista. 

Termina contrato el 30 de junio y aún no ha firmado su renovación, aunque la relación Rufete-Chen Yansheng hacía presagiar que se cerraría en poco tiempo. La intención, a priori, de ambas partes es extender su compromiso, pero los últimos acontecimientos, sobre el césped y en la grada del RCDE Stadium, invitan a la reflexión por ambas partes, a dos meses de que se extinga el contrato. 

No fue, sin embargo, el único foco de las protestas pericas, Rufete. La directiva del club también se llevó parte de los abucheos. Un mes después de la reestructuración del organigrama, con una mayor implicación en el día a día del proyecto de Chen Yansheng, los aficionados apuntaron a Mao Ye y a su nueva cúpula, igual que lo hicieron con Vicente Moreno y sus jugadores.

Sin nada en juego ya, quedan aún cinco jornadas que pueden ser muy largas para un Espanyol sin objetivos.