Rubi nunca ha corrido peligro

Rubi tiene la confianza absoluta de la parecla deportiva del Espanyol.

Rubi tiene la confianza absoluta de la parecla deportiva del Espanyol. / AFP

A falta de ocho partidos para la conclusión del campeonato liguero, el Espanyol todavía no ha cerrado su continuidad en la máxima categoría del fútbol español. Suma 14 puntos de los últimos 57, números que supondrían la tumba de cualquier entrenador. Pero no para Rubi.

La dirección deportiva del Espanyol siempre ha confiado en la figura del de Vilassar de Mar. Incluso cuando el equipo atravesó una pésima racha sumando tres puntos de 30 posibles, nunca se dudó de la continuidad del entrenador.

Oscar Perarnau y Rufete están convencidos de que Rubi es el entrenador ideal para el Espanyol y el Espanyol el club ideal para Rubi, con lo que mucho deberían torcerse las cosas para que el banquillo del Espanyol cambiase de inquilino. Ya no de aquí a final de campaña, sino incluso el próximo curso.

PROYECTO A LARGO PLAZO

Lamentablemente no funcionó con Quique Sánchez Flores, el primer nombre que ocupó la figura de entrenador del conjunto perico en la era Chen -con el permiso de Constantin Galca, que salvó la campaña anterior con más pena que gloria-.

Pero desde el seno de la entidad perica, tras un primer intento infructuoso, se quiere que a la segunda vaya la vencida y que el de Rubi sea un proyecto a largo plazo. En el Espanyol están convencidos de ello y, a pesar de que hay cierta preocupación por la situación actual del equipo, se muestran seguros de que el cuadro perico recuperará la buena línea en el tramo final de la campaña y no pasará apuros en lo que resta de campeonato.

Saben los responsables de la parcela deportiva blanquiazul que en cualquier otro club, con los números del equipo, el entrenador hubiera sido relevado. Pero son conscientes que Roma no se construyó en un día y que las primeras campañas de los proyectos siempre son las más complicadas.

El modelo de juego implantado por Rubi ha convencido desde el primer momento en las oficinas blanquiazules y no están dispuestos a tirarlo todo por la borda y tener que comenzar de cero nuevamente. Tras una campaña de asentar bases en la que ha habido muchas lesiones, confían en que la siguiente la idea cuaje del todo y no haya tan mala fortuna.