Rubi, mejor entrenador catalán del 2018

Rubi, entrenador del RCD Espanyol

Rubi, entrenador del RCD Espanyol / Carlos Mira

Joan Francesc Ferrer, conocido en el mundo del fútbol como Rubi, ha sido elegido mejor entrenador catalán del año, tras hacer historia la pasada temporada ascendiendo al Huesca a Primera División por primera vez en la historia del club aragonés.

Rubi se impuso en la votación final a Lucas Mondelo (bronce en el mundial femenino de baloncesto), David Martín (plata en los europeos de waterpolo) y Xavi Pascual (Liga, Copa y Supercopa de balonmano entre otros galardones) que ya fue designado mejor entrenador en la edición del 2016. El seleccionador catalán Sergio González, por su parte, se quedó a las puertas de la final tras su ascenso a Primera División con el Valladolid.

A sus 49 años, Rubi acumula ya un extenso curriculum en los banquillos: Vilassar, Hospitalet, Sabadell, Espanyol B, Ibiza, Benidorm, Girona, Valladolid, Levante,Sporting, Huesca y, desde principio de la actual temporada, dirige los destinos del primer equipo del Espanyol donde ha protagonizado un arranque de competición de récord. En la temporada 2013/2014 se incorporó al Barcelona para formar parte del equipo de ayudantes del malogrado Tito Vilanova.

Su impecable trabajo en el Huesca da brillo a su ya extensa carrera en los banquillos. El preparador catalán, que tiene un ascenso a Segunda B cuando dirigía al filial del Espanyol y dos play-offs de ascenso a Primera con el Girona y el Valladolid, ha sido siempre fiel a una idea futbolística, una filosofía que le permitió no solo ascender con el Huesca sino también desarrollar un juego que entusiasmó a sus seguidores. El buen trato al balón, desde la línea defensiva hasta llegar a las inmediaciones del área contraria, es una condición innegociable para Rubi en todos los equipos que ha dirigido.

El Huesca, con un presupuesto de los más modestos de la categoría y con poco más de cinco mil socios, hizo historia. Historia de la mano de un catalán que ahora quiere llevar al Espanyol a lo más alto.