El reencuentro de Hugo, jugador de la Escuela Dani Jarque, con Kike García tras salvarle de un paro cardíaco

Un mes después, Hugo se ha reencontrado con Kike García. El joven, integrante de la escuela de fútbol del RCD Espanyol, estuvo a punto de perder la vida el pasado 12 de septiembre en la Ciudad Deportiva Dani Jarque, tras sufrir un paro cardiorrespiratorio. Aquel día, Hugo se encontraba en el campo como cualquier otro jugador, disfrutando del deporte que tanto ama, cuando, de repente, su cuerpo dejó de responder.

El primer héroe de esta historia apareció en las gradas: Kike García, delantero del primer equipo, que estaba allí acompañando a su hijo cuando notó que algo iba mal.

Sin pensarlo dos veces, Kike corrió hacia Hugo y pidió ayuda al instante. Gracias a su rápida acción y a la intervención impecable del equipo médico, Hugo pudo recibir la reanimación necesaria y sobrevivir a ese momento crítico.

Un reencuentro emotivo

Casi un mes después, con Hugo ya recuperado, el club ha hecho públicas las imágenes en las que el chico ha podido conocer a los jugadores del primer equipo, al entrenador Manolo González y especialmente a su ángel de la guarda, a Kike García. El chico ha recibido una camiseta con el número 19 del mismo Kike firmada por todos los futbolistas.

El instante más emotivo ha sido cuando ha podido reencontrarse con el '19' del Espanyol, el futbolista que, sin ser médico, ha resultado ser decisivo para salvarle la vida. El delantero le dijo al chico. “Hay que agradecerle a la vida”. “Y a ti, también”, replicó Hugo. Los servicios médicos que le reanimaron hasta le pidieron perdón a Hugo a través de una videollamada, "porque a lo mejor para traerte de vuelta te tuve que romper alguna costilla", decía con un poco de humor.

Kike García, cuando el corazón vale más que el fútbol

El gesto del Espanyol ha sido muy emotivo. El exfutbolista del Alavés, que fue uno de los primeros en auxiliar al chico aquel día, no pudo contener la emoción al reencontrarse con él. Con su habitual serenidad y humildad, Kike se fundió en un abrazo con Hugo, un abrazo cargado de vida, gratitud y esperanza. Porque, más allá de ser reconocido por su profesión, aquel reencuentro simboliza lo más grande que puede ofrecer el deporte: la unión, la solidaridad y la humanidad que se esconden tras cada camiseta.

En el vestuario, hablan de que Kike es un 'tipo familiar'. Le gusta acompañar a su hijo a los partidos y es una pieza clave dentro de la dinámica del RCD Espanyol. Esta temporada, pese a tener un rol diferente, secundario, lleva 8 partidos disputados y un gol, que fue muy importante en la victoria del conjunto blanquiazul ante el Mallorca.