Prohibido conjugar el verbo perder

Pablo Machín exige más a sus jugadores para salir del pozo

Pablo Machín exige más a sus jugadores para salir del pozo / EFE

Jonathan Moreno

Es inevitable hacer cábalas al mirar la clasificación. El espanyolismo vive pegado a la calculadora. Haciendo cuentas. Sumas y multiplicaciones. No vale restar ni dividir. Y el baile de cifras es tremendo. Omnubila a la mente más lúcida. Todo ello a finales de noviembre, cuando el ábaco debería estar acumulando polvo en el desván. La solución al problema parece bien sencilla. Aunque, visto lo visto, complicada de encontrar y aplicar. 

No pueden escaparse más puntos del RCDE Stadium. Aún no es tiempo de rebajas. El Espanyol ha concedido ya demasiado a sus oponentes y es hora de ponerse las pilas, de que el trabajo dé sus frutos y apacigüe el ánimo de una afición demasiado acostumbrada al sabor amargo. Y no es para menos. 

Las estadísticas en Cornellà son demoledoras. <strong>Seis partidos en Liga, seis derrotas</strong>. Algunas de ellas injustas, sí. Pero derrotas al fin y al cabo.  Los blanquiazules están a un solo tropiezo de igualar la peor racha histórica en un arranque liguero en casa. Escalofríos y sudores. Dudoso ‘honor’ que ostenta el Sporting de Gijón de la temporada 97-98. Los asturianos cayeron siete veces consecutivas en El Molinón. 

Tres son multitud

Pablo Machín también se juega mucho ante el Getafe. El soriano fue contratado para sacar las castañas del fuego y, de momento, los números no le acompañan. La plantilla está satisfecha con la labor desempeñada por el técnico. Los mensajes que emanan desde el vestuario son positivos. Ahora sólo queda plasmar sobre el terreno de juego todos los conceptos que se han ido interiorizando a lo largo de este bendito parón intersemanal. De nuevo, estamos a finales de noviembre y la sensación es que el Espanyol lleva compitiendo una eternidad. La Europa League es un regalo pero su fase previa tiene un peaje carísimo. Estas dos semanas sin fútbol se han convertido en una pequeña pretemporada para asimilar al cien por cien los conceptos.

La situación no es nueva para Machín. Ya se había visto en una tesitura similar cuando empezaba a hacer sus primeros ‘pinitos’ como entrenador. En su primera experiencia en los banquillos, cuando aún no lucía su perfilada barba, el soriano sumó cuatro derrotas seguidas en el Numancia. Ahora son tres (Athletic, Valencia y Atlético). Una cifra que, según para qué, es suficiente.

El enfermo está grave, con síntomas europeos de recuperación. Estable en la UCI de la clasificación. Una nueva recaída liguera podría desencadenar un protocolo de emergencia nunca visto. Chen Yansheng ya tiene los billetes comprados para operar en Barcelona